"Muchas personas se sienten mal, congestionadas, o tienen un estado semigripal y sin dudarlo toman antibióticos. Lo mismo sucede con los niños, a los que se les dan estos medicamentos sin sentido. El 90 por ciento de las infecciones respiratorias altas son virosis, pero la gente intenta resolverlas con antibióticos. Eso provocó buena parte de la resistencia y dio paso a las llamadas superbacterias". Francisco Nacinovich —médico infectólogo, jefe de Infectología en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires y especialista de los Centros Médicos Dr. Stamboulian— fue uno de los expositores durante la presentación de una nueva terapia para combatir la resistencia antimicrobiana. Y fue más allá : "Además de nuevas acciones farmacológicas se necesitan políticas públicas para luchar contra lo que es un problema serio y lo será mucho más en los próximos años".
Es que se estima que para 2050 más de 10 millones de personas morirán en el mundo a causa de infecciones que no pueden ser controladas con los antibióticos disponibles. Las superbacterias son una preocupación permanente de infectólogos y otros especialistas porque no es fácil detenerlas y porque ya han empezado a causar estragos. En la Argentina, en 2012, se registró un brote de Klebsiella pneumoniae resistente, en un nosocomio de Buenos Aires, que afortunadamente fue controlado con bastante celeridad. Pero lo cierto es que esa bacteria, como otras, conviven en unos 500 hospitales privados y públicos de todo el país, según los registros de Instituto Malbrán.
Las bacterias gram negativas multirresistentes (así se llaman) generan infecciones difíciles de atacar. A veces se usan hasta cinco antibióticos combinados para tratar a un paciente y sin embargo las respuestas son malas. Los más vulnerables a enfermarse por este motivo son las personas internadas durante largos períodos en cuidados críticos, quienes están en tratamientos oncológicos, los que padecen enfermedades crónicas severas o tienen un sistema inmunológico más debilitado, pero cualquier persona puede infectarse. Dado el avance de las superbacterias es imprescindible encontrar caminos alternativos para dar esta pelea, que no es fácil.
En muchos sanatorios y hospitales se están creando comités especiales de infectólogos que trabajan día a día para registrar cuáles son las bacterias que circulan en cada institución, en qué cantidad se encuentran y cómo pueden ser controladas. El trabajo del personal de salud es clave. El lavado de manos, por ejemplo, es una de las medidas más sencillas y útiles para controlar la diseminación de bacterias en una entidad, pero no siempre es fácil de implementar.
Farmacología
La semana pasada, en Buenos Aires, laboratorios Pfizer presentó en el país una combinación de ceftazidima y avibactam que se desarrolló especialmente para responder a la "necesidad urgente" de encontrar nuevos fármacos que permitan atacar los gérmenes multirresistentes. La novedad fue muy bien recibida por médicos generalistas, terapistas, infectólogos, microbiólogos. Fernando Pasteran, especialista en Microbiología Clínica y Profesional Adjunto del Servicio de Antimicrobianos del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Carlos Malbrán fue otro de los expertos que habló durante la charla dirigida a la prensa. "Esta terapia que ingresa a nuestro país es una buena noticia, muy esperada por la comunidad médica. Podemos afirmar que se trata de una terapia segura y efectiva contra un rango de gérmenes que son de muy difícil tratamiento y que representan un problema creciente en la Argentina. Es algo con lo que los especialistas lidian todos los días", señaló.
Esta "mezcla" de antibióticos, que puede utilizarse sola (o incluso combinada con alguna sustancia más) demostró en países del Primer Mundo otorgar respuestas allí donde otras drogas no las encontraban. Por ejemplo, un paciente con una infección por Klebsiella psneumoniae resistente tiene muchas chances de morir. La terapia presentada por Pfizer reduce hasta un 30 por ciento la mortalidad en ese grupo de personas, según indicaron los médicos.
"Cuando se nos agotan todas las posibilidades es desolador. Esta combinación de ceftazidima y avibactam puede ser usada en infecciones intraabdominales, en infecciones complejas del tracto urinario y en neumonías que se adquieren durante una hospitalización (en ocasiones asociadas al uso de respiradores). Entonces, contar con una opción segura es realmente para celebrar", remarcó Carolina Pein, medical manager de la línea hospitalaria de Pfizer, quien destacó que por el momento la terapia (que se usa por vía intravenosa) está aprobada en el país para su uso en adultos.
La médica dijo además que la compañía está llevando adelante acciones para que todo paciente que precise esta terapéutica pueda acceder a ella.
Detectarla
A su turno, el microbiólogo Pasteran aseguró que en los distintos centros hospitalarios del país se avanzó mucho en la posibilidad de detectar con cierta rapidez si un paciente está infectado por alguna superbacteria, algo que no era tan simple de diagnosticar años atrás. De todos modos, insistió en que en la periferia siempre es más difícil que en los centros urbanos, y comentó que desde el Malbrán trabajan en forma ardua y diaria para tener un buen registro de las bacterias resistentes que aparecen en cada institución del país (denuncias que son voluntarias y que permiten conformar una estadística imprescindible) y que instan a todos los centros de salud para que haya más conciencia entre el personal sobre el riesgo real y actual, y el peligro potencial que las superbacterias representan para todos los pacientes argentinos.
Un informe presentado por la Organización Mundial de la Salud incluyó, por primera vez, una lista de patógenos que son entendidos como prioridad para que la ciencia oriente todos sus esfuerzos (en materia de investigación y desarrollos) para encontrar tratamientos para las personas que son alcanzadas por las superbacterias. "El aumento rápido, la gran proliferación de bacterias multirresistentes es un desafío enorme para los investigadores, para los especialistas y para todos los que formamos parte de la comunidad médica", remarcó Pasteran.