A partir de los 40 años no es raro que las mujeres tengan que empezar a lidiar con cambios en su cuerpo, a nivel físico y hormonal. Uno de los problemas frecuentes, del que todavía se habla poco, es la pérdida involuntaria de orina. Si no se trata a tiempo las complicaciones se suman —y entonces— hasta algo tan simple como reírse puede ser una molestia o una preocupación.
Practicar un deporte, caminar, hacer un viaje largo en colectivo o en avión comienzan a ser actividades que la mujer limita porque necesita higienizarse a menudo o porque teme un desborde incontrolable de esos que no la dejan "llegar al baño". También la vida íntima se ve afectada: la orina que se escapa sin querer condiciona las relaciones sexuales.
Se estima que el 30 por ciento de la población femenina que pasó las cuatro décadas tiene alguna disfunción del piso pelviano, siendo la incontinencia de orina la más común.
Hoy se sabe que la ansiedad, el aislamiento y la angustia pueden aparecer a raíz de este problema. Por eso, todos los años se conmemora la Semana de la Incontinencia Urinaria Femenina también llamada Semana de la Continencia. Es una acción sanitaria que se lleva a cabo en hospitales y sanatorios de distintas ciudad, incluida Rosario, y que consiste en brindar información confiable, lograr un diagnóstico, hacer conocer las opciones terapéuticas, y sobre todo hablar sobre prevención, porque hay maneras de minimizar riesgos, incluso cuando la incontinencia ya se hace evidente.
Más habló sobre esta problemática con Pablo Piacentini, ginecólogo especialista en piso pelviano del Hospital Roque Sáenz Peña y el grupo Gamma. El piso pelviano es la estructura muscular y ligamentosa que se encuentra en la parte baja de la pelvis y donde se ubican el útero, la vagina, la uretra, el recto y el ano. Por distintos motivos —entre ellos el paso del tiempo y los partos vaginales— esta zona puede verse afectada y generar lo que se conoce como incontinencia urinaria, que en ciertos casos también produce dolor y que puede venir acompañada de constipación o incontinencia fecal.
Piacentini destacó que hay muchos subdiagnósticos, por dos motivos centrales: porque la mujer no se atreve a consultar a un médico o porque los profesionales no le dan la relevancia necesaria al tema. Este último aspecto fue mejorando, así que la traba más grande está puesta en cierta resignación que vive la mujer a la que se le "escapa el pis".
"Quien lo sufre la pasa mal. La afectación anímica es tan grande que es mayor que en las personas que tienen diabetes (una patología crónica en la que la calidad de vida se ve alterada)", destacó Piacentini.
Hay un tipo de incontinencia que está directamente relacionada con los esfuerzos (toser, estornudar, reírse, hacer actividad física) y otra que es la incontinencia de urgencia, esa que obliga a correr al baño más cercano. "Puede estar acompañada de prolapso o no", enfatizó el especialista. Al respecto explicó que "el prolapso es como una caída de la vagina, pero la incontinencia de orina puede ser independiente de esta condición".
piacentini.jpg
Pablo Piacentini, ginecólogo.
Foto: Angel Amaya / La Capital
Evitarla
"Es importante destacar que podemos anticiparnos para que no suceda. Hay herramientas. Uno de los profesionales que tiene que plantear esto es el obstetra. Es quien debe indicarle a la mujer embarazada que puede hacer ejercicios específicos para reforzar esa musculatura del piso pélvico, antes y después del parto. Eso ayuda muchísimo.", comentó, y agregó: "El parto es una de las causas pero después de los 50 años hay otras, así que la incontinencia no sólo afecta a mujeres que tuvieron hijos. Aspectos hormonales, la falta de actividad física. la obesidad, el tabaquismo y el aumento de la edad son factores de riesgo".
Aunque es una patología benigna (nadie se va a morir de incontinencia de orina) lo cierto es que aumenta el riesgo de otros problemas de salud. "En mujeres mayores que se levantan mucho a la noche para ir al baño está comprobado que trepa al doble el riesgo de caídas con las consecuentes lesiones de piernas o cadera. También aumenta el sedentarismo", ejemplificó el médico.
"El ginecólogo es el médico que tiene más referencia sobre esto y en el caso de que no sea un especialista en piso pelviano puede hacer una derivación. Así que la recomendación es que las mujeres lo hablen en la consulta", dijo Piacentini.
Para aquellas que ya tienen síntomas, sobre todo si la rehabilitación no funciona como se espera, es posible recurrir a distintos tipos de cirugías que "han demostrado excelentes resultados y que en general hacemos por vía vaginal, sin incisiones".
Piacentini mencionó que "la persona que logra —gracias a una intervención relativamente sencilla o con ejercicios específicos— mejorar o revertir el problema suele afirmar: «me cambió la vida». Así que no hay excusas para no consultar y buscar soluciones", enfatizó el profesional.
El jueves, de 19 a 20, en auditorio del Hospital Privado de Rosario, Presidente Roca 2440, se realizará una charla abierta y gratuita donde los especialistas harán recomendaciones y responderán dudas de los presentes. La inscripción se realiza en la página www.grupogamma.com.
Además se ofrecerán consultas gratuitas, tenga la mujer obra social o no, en los hospitales públicos de la ciudad: Pami 2, Roque Sáenz Peña, Provincial, Centenario, y también en el Eva Perón de Granadero Baigorria. Y en distintos sanatorios: Hospital Privado, Sanatorio de la Mujer, Sanatorio Delta.