La medicina reproductiva no se ocupa solamente de las personas que no pueden tener hijos de manera natural. La genética avanzó tanto en esta área que hoy existe una multiplicidad de estudios —pero también de consejos médicos— que permiten planificar con más tranquilidad un embarazo tanto en aquellos que tienen problemas de fertilidad como en los que no los tienen.
Sobre los avances en esta materia expusieron distintos profesionales del país que se acercaron a Rosario para participar del Simposio de Genética Reproductiva organizado por Ultrasonus y Ultragen (centros de diagnóstico prenatal y genética), que se realizó en el Círculo Médico.
Sergio Papier, director médico del Cegyr, un instituto pionero en salud reproductiva, y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Reproductiva, fue uno de los disertantes. En diálogo con Más destacó que “uno de los objetivos de este encuentro es estar en contacto con los ginecólogos y los obstetras para que se entienda claramente que la genética ya no es el futuro sino que es el presente; que hoy las técnicas y la tecnología son mucho más accesibles y por ende los estudios también. Creo que hay una obligación de empezar a incursionar en estos aspectos genéticos porque son estos los profesionales que tienen el primer y más asiduo contacto con las pacientes y deben informarlas sobre todos los test que existen a nivel preconcepcional y también prenatal”.
¿Esto significa que toda mujer que busca un embarazo debe hacerse estudios genéticos? “Lamentablemente chocamos con una realidad que nos pone limitaciones en cuanto a lo económico, y porque muchas obras sociales no reconocen estos exámenes, pero sí, creo que deberían evaluarse todas las parejas en cuanto al riesgo de enfermedades genéticas de su descendencia, por ejemplo”, y agregó: “Todos podemos ser portadores de alguna mutación genética que genere una enfermedad en nuestros hijos. En otros países es normal hacerse estos exámenes cuando se piensa en un embarazo. Desde ya considero que siempre es mejor saber, y esto no significa que una mujer o una pareja no tengan hijos si son portadores de una mutación pero sí es lícito que puedan elegir qué hacer. Me parece muy bien que tengan ese derecho, que puedan tomar determinadas precauciones para evitar que la enfermedad se presente en su descendencia, algo que es posible gracias a los avances de la medicina reproductiva”.
Papier mencionó que los test preconcepcionales (previos al embarazo) no sólo son importantes en los casos en los que puede presentarse alguna falla genética: “Hoy se pueden investigar procesos infecciosos que no siempre dan síntomas y que gracias a conocerlos permiten eliminar infecciones que se transmiten al recién nacido. También tienen utilidad en mujeres de edad avanzada que buscan tener un bebé. Los ginecólogos ven en sus consultorios a pacientes que tienen 35 años o más y que están buscando un embarazo. En esos casos deben informarlas sobre el impacto que la edad tiene a nivel reproductivo porque aunque la persona se sienta joven, con energías, con el paso del tiempo se incrementan las probabilidades de malformaciones en el feto y también de pérdidas continuas de embarazos. En ese sentido las técnicas de reproducción asistida dan hasta la chance de hacer estudios genéticos en los embriones antes de que sean implantados. También deben ser informadas de la posibilidad de la ovodonación”.
Papier comentó que en Latinoamérica el 60% de las mujeres que llegan a un centro de fertilidad asistida tiene 36 años o más. “Cuando comencé en este tema hace dos décadas el promedio era de 32 años. El aumento de la edad está condicionado por numerosos factores. Esto no es para asustarse sino para saber que si empiezo a buscar un embarazo después de cierta edad me tengo que asesorar en forma correcta sobre riesgos, probabilidades y también opciones. La donación de óvulos es uno de los recursos que existen y es necesario que las mujeres lo conozcan”.
Otro de los participantes del simposio fue el jefe del departamento de genética preconcepcional y prenatal de Cegyr, Jorge Hamer. El profesional mencionó que el diagnóstico en las etapas previas al embarazo o durante el embarazo es fundamental porque “una vez que tengo conocimiento de un problema puedo tomar una decisión, médica y/o personal. Sobre la base de que siempre es mejor conocer la realidad, quiero dejar en claro que de ninguna manera saber que algo anda mal implica la interrupción del embarazo. Hay parejas que así lo deciden, es verdad, pero otras continúan y se preparan para la situación que deberán enfrentar”.
Al respecto, Silvia Carbognani, genetista de Ultasonus y Ultragen de Rosario, señaló que “la planificación es muy importante y tranquilizadora. Si conocemos que ese embrión tiene una patología o determinada condición que afectará su vida podemos y debemos acompañar a esa mujer o esa pareja. De hecho, en la Argentina no son pocos los que siguen adelante, algo que en países más desarrollados no se ve demasiado porque no continúan. Desde Europa muchas veces nos piden nuestra bibliografía, que compartamos nuestras experiencias en ecografías de segundo o tercer trimestre en casos en los que hay algún problema porque ellos casi no tienen contacto con esta situaciones”, señaló.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Contexto favorable
Los médicos destacaron la evolución que la Argentina vivió en los últimos años en materia de medicina reproductiva. “Nuestra región es la que más avanzó en América latina, no sólo porque tenemos una ley de salud reproductiva sino por todo el contexto. Las leyes de matrimonio igualitario e igualdad de género, por ejemplo, sumaron a favor de abrir las cabezas, de aceptar que hay muchas realidades. Creo que a veces son los médicos los menos permeables a estos cambios, mucho menos que la población general que tiene ahora un marco mucho más amplio de aceptación impulsado por esa legalidad que mencionaba”, reflexionó Papier.
Carbognani agregó: “Hoy ya ni siquiera se necesita que haya una pareja para buscar un hijo. Los médicos debemos estar preparados porque estamos frente a situaciones familiares, personales y sociales muy distintas a las que había cuando nos formamos. La reproducción asistida ya no está solo destinada a parejas con problemas de fertilidad”.
Planificar es el eje de esta especialidad que intenta abrirse camino hacia todos los sectores socioeconómicos, no sólo los más pudientes, aunque aún quedan muchas personas excluidas de estos derechos. “Apuntamos a que todos puedan conocer, decidir y encontrar el mejor momento y las mejores condiciones para un embarazo”, coincidieron los profesionales.
Algunas respuestas a dudas frecuentes
—¿Para qué se congelan embriones?
—El objetivo de la criopreservación es contar con la posibilidad de seleccionar los mejores embriones, optimizar la posibilidad de lograr la concepción y evitar el embarazo múltiple. Por otro lado, esta técnica permite contar con una nueva oportunidad en el futuro, sin necesidad de repetir la estimulación ovárica y la aspiración ovocitaria.
—¿Cuáles son los resultados que se obtienen con embriones criopreservados?
—Normalmente la expectativa de resultados positivos es menor, debido a que los embriones conservados suelen ser de menor calidad que los que fueron transferidos inicialmente.
—¿Existe la posibilidad de diagnosticar problemas genéticos en los embriones?
—Sí, el PGD (Diagnóstico Genético Preimplantatorio) permite el diagnóstico cromosómico y/o génico de los embriones antes de ser transferidos. En los casos donde se registran antecedentes personales, familiares o fallas reiteradas en los tratamientos de reproducción asistida, abortos a repetición, edad materna avanzada, factor masculino severo es recomendable la realización de este estudio.
—¿Qué situaciones se contemplan para sugerir a una pareja que desista de su voluntad de realizar un tratamiento?
—Esa es una decisión absolutamente personal y compleja en la cual intervienen motivos médicos, económicos y fundamentalmente emocionales. Por eso la opinión profesional en tal decisión es muy difícil y sólo puede tener lugar ante un fuerte vínculo médico-paciente.
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Foto: Héctor Rio / La Capital
Hombres
Los profesionales que estuvieron en Rosario mencionaron que la edad reproductiva no sólo es relevante en la mujer. “Hoy vemos muchos hombres de más de 50 o 60 años que vuelven a ser papás y sabemos que la edad del varón también impacta en la calidad de los espermatozoides y que hay más riesgo de transmisión de ciertas enfermedades o anomalías. Esto es algo que los profesionales de la salud deben difundir para que se tomen los recaudos necesarios”.