Los adelantos aplicados al uso de la cirugía laparoscópica (mínimamente invasiva) no se detienen. A las mejoras relacionadas con una mejor visión para el profesional que la aplica en cuanto al desarrollo de luz, imágenes y óptica se agrega el aporte de la energía que permite sellar vasos con precisión evitando así efectos indeseados como sangrados o diseminación de células malignas en el caso de pacientes con algún diagnóstico oncológico.
Gustavo Marcucci, jefe del Servicio de Cirugía General del Aparato Digestivo del del Sanatorio de la Mujer, mencionó como muy relevante la incorporación en la institución de aparatología que permite afianzar lo que se conoce como quirófano integrado. "A la posibilidad de transmitir imágenes cada vez con mayor precisión le sumamos el uso de la energía _ lo que nos permite un muy buen sellado de vasos_. Esto se ha ido modificando a través de los años y es un gran avance", remarcó, y agregó: "Si uno debe abordar un ganglio linfático que tiene metástasis de un tumor. Si se lo corta con un bisturí podrían dispersarse demasiadas células a la cavidad. Con el sellado logramos que esa dispersión sea mucho menor".
En Japón, donde se dan los mayores avances en cirugía de estómago, usan esta tecnología hace tiempo y la han ido perfeccionando.
"Hay menor sangrado y eso de por sí lleva a menores tiempos quirúrgicos. También la asepsia se garantiza de otro modo. Los cirujanos comprobamos las enormes ventajas que esto tiene para el paciente. Para ello hay que capacitarse y lograr usar estos desarrollos con confianza y seguridad. La formación continua es clave en esto", destacó el médico.
Marcucci recordó que en los últimos años se accedió a posibilidades que eran impensadas décadas atrás en el campo de la cirugía laparoscópica que, de hecho, se usa de manera habitual en operaciones de apéndice, vesícula, para revertir problemas traumatológicos. "El uso de lo mini-invasivo en el área de la oncología es más reciente, ahora podemos decir que muchas de estas intervenciones también son de rutina. Hemos mejorado notablemente en lo referido a imagen, luz, sistemas de óptica, y ahora, con el sistema de energía se abre un nuevo camino. Lograr este tipo de sellado de vasos, es muy importante", enfatizó el profesional.
¿Estos adelantos tecnológicos puede cambiar el pronóstico de un paciente? "Totalmente, porque como mencioné al principio la dispersión de células que no son buenas es mucho menor y además la persona pasa menos tiempo en el quirófano", respondió.
El cirujano mencionó que actualmente operan un número importante de personas con cáncer de colon-recto, páncreas, estómago y problemas en las vías biliares. "La realidad es que vemos muchos más pacientes en quirófano con cáncer de colon, y pacientes más jóvenes, consideramos que esta situación está relacionada con una mayor detección temprana. Hay más controles en consultorio, los gastroenterólogos encuentran pólipos que pueden derivar en un cáncer de colon, por ejemplo. Y también, cuando la enfermedad se desarrolló, se la detecta antes, y la cirugía ofrece buenas respuestas en estos casos".
Además de la incorporación de la energía en el quirófano, lo que se viene es la robótica, detalló Marcucci.
"En algunos años la ciudad de Rosario contará con estos avances que por el momento tienen pocas entidades en la Argentina. Ese camino es inevitable y necesario. Por eso insisto en que los cirujanos debemos estar preparados para lo que se viene, formados y entrenados".