"Podría decirse que la vida, con todo lo que este término implica, cabe en los lindes de un barrio y que a su vez, como si fuera el puño de una mano, cabe en la pintura que lo representa tal como ocurre con la obra de Aldo Magnani; una producción dedicada, casi de un modo exclusivo, a los escenarios y personajes de Saladillo y, del mismo modo, a sus aledaños como los míticos descampados de La Basurita que alimentaron obras de la literatura y de la plástica", señala Guillermo Fantoni, historiador, catedrático e investigador en arte al referirse a la obra de Magnani. Por estos días, y hasta el 30 de septiembre, un conjunto importante de trabajos del artista se exponen en sala Boglione de la Escuela Musto (Sánchez de Bustamante 129).
Aldo Magnani (Rosario, 1922) egresó de la Escuela Provincial de Artes Pláticas en 1950, pero además por un breve lapso tomó clases en la por entonces recién fundada Escuela Municipal de Artes Plásticas Manuel Musto, que ahora recibe sus obras en una muestra curada por Fantoni.
Magnani también asistió al taller de Ricardo Sívori, a quien acompañó en la fundación del Grupo Síntesis. Con Juan Grela rescató elementos de grabado y junto a él fundó la Agrupación de Grabadores de Rosario. Sus obras han integrado muestras como "20 años de permanencia en la pintura" (Galería Carrillo, 1973); "La diversidad de lo moderno. Arte de Rosario en los años cincuenta" (Fundación Osde, 2011); y "El realismo como vanguardia. Berni y la Mutualidad en los 30" (Fundación Osde, 2014). Asimismo, su actividad ha sido reseñada en los catálogos y libros de las muestras señaladas así como también en Cronología del arte en Rosario y Crónicas, documentos y otros papeles, publicados por el crítico y coleccionista Isidoro Slullitel en 1968 y 1971.
Pero este currículum sería incompleto si no se considera la dedicación de Magnani por retratar la cuestión social. "Un artista que desde los dieciocho años mantuvo militancia en la izquierda, y que por esa razón desarrolló, con particular énfasis desde los años cincuenta, un «realismo moderno» comprometido con los problemas sociales que percibía como urgentes y sustanciales", destaca Fantoni.
La obra de Magnani, mucho más tardía que la de otros artistas como Manuel Musto y Augusto Schiavoni que también eligieron esos escenarios, "registra en nuevas claves estéticas e ideológicas, otros aspectos temáticos que irrumpieron aproximadamente en los años treinta cuando los campos de tierra arada que fascinaron a la primera generación de artistas rosarinos cedieron el lugar a un nuevo escenario que desde entonces comenzó a gravitar con intensidad en el universo del arte: el suburbio, con sus casas, sus calles y su gente", agrega el curador.
En ese sentido, "el artista cultivó durante gran parte de su vida un identificable repertorio de temas: paisajes suburbanos y fabriles, retratos de obreros y mujeres trabajadoras, escenas con los niños y animales que merodean en las periferias", dice Fantoni.
Magnani se acercó al conjunto de obras de los miembros de la Mutualidad tiempo después de su disolución. También conoció personalmente a varios de ellos por compartir ideas y actividades políticas y frecuentó, con particular asiduidad, a Gambartes, Grela y Sívori. Influido particularmente por este último y como miembro del Grupo Síntesis, Magnani cultivó un realismo sustentado por la geometría que sostuvo largamente y con una convicción militante hasta fin de los años setenta.
Escenas de Saladillo: obras de Aldo Magnani, en la Escuela Musto (Sánchez de Bustamante 129), hasta el 30 de septiembre, de lunes a viernes de 8 a 12 y de 15 a 21.