El fin de semana, 250 nadadores, con y sin discapacidad nadaron por el río Paraná en pruebas de 500 metros, un kilómetro y además realizaron un maratón acuático de 30 kilómetros uniendo Rosario con Arroyo Seco. Para Los Tiburones del Paraná, el mítico grupo autor de cientos de proezas, fue una verdadera fiesta.
Los jóvenes participaron de la 16ª experiencia de nado en el río de personas con discapacidad, y la sexta edición en su versión integrada con nadadores sin capacidades diferentes en el Arroyo Seco Rowing Club.
"El río fue una fiesta, no sólo en la largada y la llegada, el trayecto en el río también fue una fiesta. Era volver a casa después de dos años. El domingo, 18 de los nadadores más grandes —con y sin discapacidad— no sólo participaron como atletas, sobre la llegada de la prueba, se convirtieron en auxiliares que guiaron a sus compañeros. Todo terminaron en abrazos y lágrimas. La integración, a pleno", comentó Patricio Huerga, mentor y coordinador del grupo.
Los Tiburones son una formación de nadadores con y sin discapacidad nacida en Arroyo Seco, que alcanzó fama internacional y fue motivo de documentales que recorrieron el mundo. Además de las tradicionales jornadas de nado en el Paraná, el grupo cumplió el sueño de unir Colón (Entre Ríos) y Paysandú (Uruguay) nadando.
Unas 5 mil personas. El público acompañó en gran número, se calculó que unas cinco mil personas estuvieron presentes respaldando el proyecto de inclusión que encarnan Los Tiburones y donde todos celebraron el valor de la diversidad.
"El sábado y domingo se vivieron sensaciones de alegría, emoción, solidaridad, fraternidad, compañerismo, felicidad y un entusiasmo desbordante, contagioso que se respiraba, que se veía en los rostros, en la piel y que se tocaba en el aire, como algo palpable", comentó Huerga.
El primer día se realizaron pruebas para bebés, los "micro-tiburones", con pruebas de 500 metros, reservada a nadadores de 3, 4, 5 y 6 años, los "Mini-Tiburones", y de mil metros. El domingo se largó el maratón a nado desde la estación fluvial de Rosario hasta Arroyo Seco, 30 kilómetros de recorrido y casi seis horas de nado.
En el maratón, un cordón sanitario por tierra cubrió todo el trayecto a cargo de Dipae Rosario, una médica a bordo de un catamarán, Mariana Giacomino, y el doctor José Murina, que los acompaña desde hace 15 años, recorrieron el río permanentemente. Las embarcaciones de apoyo fueron 11, a cargo de experimentados en el río. Además los guardavidas y auxiliares acompañaron al equipo.
Historias de vida. "Sergio, a los 14 años, en 1998, fue una de las personas con discapacidad que hizo la primera experiencia de nado, fue uno de los que comenzó esta historia. Hoy, con 29 años y tras haber hecho como nadador las 15 experiencias anteriores, está trabajando en el Complejo de Arroyo Seco y debutó ahora como profesor guiando a los nuevos alumnos, una satisfacción", contó Huerga.
Asimismo comentó que debutaron los bebés —con y sin discapacidad— que trabajan con sus papás en el complejo, son los "micro-Tiburones". Además destacó la tarea de los "mini Tiburones", chicos de entre 3 y 6 años. "Había que verlos bracear en el Paraná, ya con la garra y la alegría de los Tiburones mayores", dijo eufórico.
Huerga destacó el caso de Evangelina, una joven sin discapacidad que hace unos años tuvo un grave accidente automovilístico. "Después de tres meses en coma en la sala de terapia del Heca en Rosario, con pronóstico desalentador y futuro incierto por las secuelas que podía tener, se recuperó de a poco, y el domingo logró nadar el maratón de 30 kilómetros".
Nadar, de grande. "Anita es una persona adulta con síndrome de Down, de 40 y pico de años, no decimos la edad porque es coqueta y no quiere que se sepa cuántos tiene. Aprendió de grande a nadar y aceptó el desafío de hacerlo en aguas abiertas. Debutó el domingo y demostró que los adultos con discapacidad pueden", dijo Huerga.
La integración comprende a todos. Huerga comentó como dato curioso que el domingo, junto a Los Tiburones, se sumó un perro labrador de una de las profesoras del equipo. Además contó que uno de los colaboradores adaptó una silla de rueda para que sea anfibia a fin de ir de la arena al agua.
El diputado Cleri nadó con los deportistas
“Ellos son un ejemplo de solidaridad y de fortaleza ante las adversidades, y haber acompañado a Los Tiburones nadando en el Paraná me permitió sentir a flor de piel el río de amor que generan”, dijo el diputado nacional Marcos Cleri (FPV), tras participar del maratón desde Rosario a Arroyo Seco. “Acá se suman expresiones de solidaridad y amor al prójimo, porque se apela al deporte, que de por sí es inclusivo e igualador, para crear un espacio de integración que es un modelo que supera todas las barreras”, señaló.
Cleri nadó con los participantes del maratón hasta Arroyo Seco, donde la movida de Los Tiburones —que se efectuó bajo la consigna “somos iguales, funcionamos distintos”—, culminó con la entrega de premios y el “Baile de la Victoria”.
“La labor de Los Tiburones es un modelo a seguir por quienes anhelamos y trabajamos todos los días por un país con inclusión, con igualdad de oportunidades”, dijo el diputado.
“Estos ejemplos son los que nos guían a quienes optamos por asumir responsabilidades legislativas y ejecutivas para servir a intereses del pueblo argentino y santafesino. Lo primero es el compromiso firme, el cumplimiento de nuestro lema: la Patria es el otro. Esto se practica todos los días en todos los ámbitos”, dijo Cleri, quien junto a la diputada nacional Josefina González, –que saludó a los nadadores en la fluvial–, y los dirigentes y militantes de La Cámpora de Arroyo mantiene un vínculo laboral constante con Los Tiburones.