El acuerdo rige hasta el 15 de diciembre, fecha en la que las partes en conflicto volverán a juntarse para promover un nuevo convenio. Mientras tanto, Juárez no pudo salirse con la suya, aunque logró algo: podrá ingresar a prestar el servicio de movimiento de cargas en el muelle de Mosaic, pero deberá compartir ese negocio con Milisenda, la actual prestadora a la que quiso sacar del medio.
Así, la fábrica de fertilizantes aceptó la entrada de una pala del Supa para realizar trabajos dentro del puerto, a condición de compartirlos con el actual proveedor. Y el gremio, además de levantar el piquete, deberá retomar dentro de las 24 horas la desestiba del buque Argenmar Astral, que había abandonado a mitad de camino como presión contra Mosaic para que echara a Milisenda y contratara a la cooperativa de Júarez.
Del acuerdo, que Milisenda también firmó, se desprende que no había conflicto laboral sino que se trató de una presión sindical en pos de sumar negocios portuarios. La cooperativa de Juárez tiene el monopolio de la estiba en la zona de San Lorenzo y Puerto, principal polo portuario cerealero del país, y el oligopolio del llamado en la jerga "movimiento de pala" (movimiento de la carga en el muelle con destino a galpón, planta o camión), donde también prestan servicios empresas privadas.
Con este resultado se descomprime un conflicto que amenazó con paralizar a todos los puertos de la zona. En el sector había preocupación por que el de Mosaic era considerado un caso testigo y por eso varios empresarios festejaron que Juárez no haya podido "correr" a una empresa, a pesar de que no fue una de las grandes la que le presentó batalla.
"Llegamos a un arreglo hasta el 15 de diciembre, cuando las partes deberán juntarse para resolver cómo seguirán de ahí en adelante", admitió ayer Rubén Ferreyra, delegado regional del Ministerio de Trabajo de la Nación. Ahora, Mosaic operará con dos palas: una del Supa, aunque los trabajos de la actual contratista siguen sin problema.
En tanto, los trabajos en el buque Argenmar Astral que habían sido abandonados por personal del Supa como medida de presión, deberán retomarse en las próximas 24 horas y quedar terminados. El martes las partes se habían reunido pero nadie estuvo dispuesto a ceder y todo volvió a quedar en la nada, hasta que ayer se firmó el acuerdo final.