La ciencia es un conocimiento sistemático y verificable que busca la verdad, sea ésta formal o material. Lo que permite distinguir entre ciencias formales y de la realidad. Sólo así podemos hablar de conocimiento, como sistema de afirmaciones relativas a nuestra experiencia de la realidad que se expresan en un lenguaje.
Disciplina central es la lógica, íntimamente vinculada a la matemática: tanto que podemos pasar los términos de su lenguaje —que componen sus enunciados-— a letras esquemáticas y operar con ellas como un álgebra, relacionando los enunciados. Y hasta graficarlos en un espacio, diríamos geométrico, como lo muestran los esquemas de Venn: círculos que se superponen parcialmente y hacen ver qué está comprendido en qué. Así, de dos enunciados que conocemos podemos deducir otro: como es un silogismo; es que hay un término común en los dos primeros enunciados que nos permite relacionar a otros dos que compondrán un tercer enunciado: la conclusión del razonamiento.
Pero también puede trabajarse con los términos según su extensión (según lo que abarcan), viendo cuáles están comprendidos en cuáles: si B está comprendido en A y C en B, entonces C estará comprendido en A… que nos recuerda la teoría de conjuntos, matemática. Vemos pues la relación existente. Russell y Whitehead, en su “Principia mathematica”, intentaron a su vez reducir números a clases.
Y hay, tenemos dicho, ciencias de la realidad. Aquí, del a priori kantiano poco ha quedado: lo formal es universal y necesario pero no agrega conocimiento… solo lo hace el dato empírico.
Es que, históricamente, al racionalismo se opuso un empirismo al que sucedió el positivismo: concepción científica del mundo éste, que asigna a la ciencia la tarea que el pensamiento tradicional reconocía a la filosofía; no admitiendo un campo de verdades filosóficas fuera del sistema de conocimientos constituido por la totalidad de las ciencias.
Sin embargo este campo, el de las ciencias de la realidad, se ha transformado a su vez: no ya la concepción mecánica de la materia y de la energía de que en el universo nada se crea ni destruye. La termodinámica muestra que la energía se pierde y puede hacer irreversible un proceso (entropía). La microfísica, a su turno, replantea la naturaleza de la materia y de la energía y la conversión de una en otra; habiendo tal incertidumbre e indeterminación aquí, que leyes científicas se reducen a estadísticas; la teoría de los quanta, sobre si son ondas o partículas…
Surgen teorías, tanto más acá como más allá de la realidad cotidiana, que ponen en cuestión la idea de espacio y tiempo mismo: en el concepto de velocidad, que es relación entre espacio y tiempo, que se los hace relativos al observador; en el de tiempo, donde dos sucesos serán simultáneos para un observador equidistante pero no para otro situado más cerca de uno que de otro; por tanto la simultaneidad y el orden de sucesión, lo que entendemos por tiempo, se hacen dependientes del sistema de referencia… que la velocidad hace aumentar la masa, por lo que la dimensión del objeto depende de su velocidad… aun la gravedad newtoniana, afectada por una concepción del espacio como curvo, según una estructura no-euclidiana del mismo, quedando los fenómenos de gravitación sujetos a propiedades geométricas del espacio: la física, absorbida por la geometría, se ha dicho. Así el espacio y el tiempo, si tenidos aún como absolutos, resultan casi como detenidos en una metafísica.
Y en biología: el evolucionismo, la genética, el vitalismo y otras teorías, que dejan de derivar la vida de los procesos físico-químicos, invirtiendo la relación causal y haciendo ver una orientación finalista en ella. No es que se excluya lo físico-químico; solo que se hace ver que esto no es todavía la vida; habría un principio vital: ni solo materia ni sólo energía.
Entonces, no una relación de conocimiento en abstracto, como fuera planteada, donde se debatía si el término determinante era el sujeto o el objeto. Es el hecho el que en verdad se investiga y mide en concreto, dentro del sistema de coordenadas considerado. Y es una relación funcional la que se da entre sujeto y objeto donde lo que importa es la organización rigurosa de esas operaciones y no cuál predomina.
Es que la verdad se da solo dentro de los límites de la ocasión y el contexto de un enunciado… tenido provisoriamente como verdadero. Así: hay acumulación del conocimiento, hay paradigmas científicos que se sostienen y hay siempre la posibilidad de la falsación. Las tan discutidas tres tesis, no se contradicen.
Y en cuanto a que su valor sea solo relativo… si hasta en la religión, que refiere precisamente a lo absoluto, la más sincera actitud en ella es el reconocimiento de que no se lo alcanza.
De modo que la verdad comprobable, es hoy la científica ¿Y qué será ahora entonces, la filosofía respecto de ella? Justamente: su autoanálisis; lo que la autoconciencia es en el hombre. Y ¿qué debe ser además? Su Ética, que debe regir en su aplicación tecnológica: tanto en el control responsable de sus riesgos como en la firme condena al ejercicio del poder destructivo que puede otorgar. Que no nos permita dejar de ver, que la crueldad no es más que la fuerza de los cobardes.