Las esperanzas de hallar con vida a Carlos Humberto Cabrol de 51 años y a Jonathan Luis Enrique de 22, las dos personas desaparecidas el sábado por la tarde en el cauce principal del Paraná en cercanías de Punta Alvear, se van diluyendo a medida que pasan las horas y además se agravan las condiciones climáticas para las lanchas de Prefectura y otras embarcaciones particulares abocadas a la búsqueda
En la jornada de ayer, pese a la lluvia, la fuerza de seguridad continuó la búsqueda en el cauce, en los riachos y en ambas riberas, pero el fuerte viento obligó a que durante la tarde el rastreo se suspendiera ante el peligro que corrían las embarcaciones menores afectadas a la labor.
El realismo primaba ayer entre los familiares de Carlos y Jonathan —tío y sobrino, respectivamente—, quienes reconocieron que sólo esperan que "el río, como acostumbra, suelte los cuerpos dentro de algunos días", tal como lo señaló a LaCapital el hermano menor de Carlos, Mariano Cabrol, ex edil y actual secretario de un bloque del Concejo villagalvense.
A su vez, Julieta, hija de Carlos y hermana del sobreviviente Gustavo Cabrol, expresó ayer a un portal rosarino que "aunque sea, queremos encontrarlos para despedirnos de ellos".
"Los hechos ocurrieron el sábado a las 15. La lancha se dirigía hacia la isla, donde la familia tiene un rancho de fin de semana en cercanías del riacho La Brava", indicó el hoy funcionario del Concejo, villagalvense Mariano Cabrol, quien reprodujo los testimonios de Gustavo Cabrol, el sobreviviente hijo de Carlos, quien junto con Luis Enrique, padre de Jonathan, la otra víctima, salvaron milagrosamente su vida.
De acuerdo con los testimonios que ofreció Gustavo a su tío, los cuatro pasajeros iban en la parte trasera de la lancha con motor fuera de borda, la que navegaba en un día ventoso y un río peligrosamente "picado", lo que le restaba estabilidad. Ante esto, Carlos Cabrol habría intentado ubicarse más adelante, pero el viento habría desestabilizado la nave.
Respecto de la presencia en la zona de un velero que habría participado del salvataje. Gustavo Cabrol confirmó a su tío la existencia del mismo, pero indicó que la nave pasó cerca sin detenerse y que habría vuelto por donde venía; su participación se habría limitado a avisar a los vecinos de la casa isleña de los Cabrol, que con una canoa asistieron a los sobrevivientes y remolcaron la nave siniestrada hacia la bajada Cargill.
Según el hermano de víctima, al intentar Gustavo emerger desde la profundidad luego de caer de la lancha, se encontró con que la corriente era tan fuerte que en pocos segundos lo alejó a más de 10 metros del lugar en que se hundió.
Por último el ex edil destacó: "Somos de la zona desde siempre, desde chicos estamos en el río y sabemos que esto pasa y cuál es el final".