Por Marcelo Castaños
Francesco Gallardo tenía cuatro años, y el 13 de diciembre de 2018 asistía al tercer día de colonia de vacaciones, en Villa Gobernador Gálvez. Aproximadamente a las 17 de ese día, Edith Ramírez, su mamá, fue a buscarlo, cuando vio un tumulto en la pileta. Se le heló el corazón. Corrió a ver qué pasaba y se encontró con el peor escenario. Francesco se había ahogado y estaban tratando, ya sin éxito, de reanimarlo. Dos años y medio después de aquella tragedia, cuatro personas irán a juicio por homicidio culposo: la entonces coordinadora de la colonia de vacaciones, un guardavidas y dos docentes. Piden tres años de prisión en suspenso, reglas de conducta y diez años de inhabilitación para el ejercicio profesional de cada responsable.
La muerte de Francesco conmovió a Villa Gobernador Gálvez. Se produjo aquel jueves de diciembre en la Colonia de Vacaciones del Polideportivo Integral de esa ciudad (conocido como Gomara, por el nombre de la cooperativa que lo administra). Su mamá Edith, entonces de 44 años, y su papá Gastón Gallardo (40 años a esa fecha), lo habían anotado con todos los temores y reparos, pero convencidos de que el chico, único hijo de la pareja, necesitaba socializar y desarrollar actividades al aire libre. Después de su muerte, en una entrevista con La Capital, decían: "Estamos en pie sólo porque queremos que alguien se haga cargo de lo que pasó con Francesco, no hay sed de venganza ni de revancha, sólo de Justicia. Y que esa pileta no se abra nunca más, porque más allá de las irresponsabilidades de quienes estaban a cargo, en ese lugar no hay seguridad".
Pocos días después, el 17 de diciembre de ese año, Edith y Gastón encabezaron una movida para reclamar justicia por la muerte de su hijo. Acompañados por familiares y amigos, los padres pidieron que los responsables paguen por lo que pasó. "No me refiero a cuestiones económicas, me refiero a que las personas que tenían que estar a cargo de mi hijo sientan el peso de la Justicia", explicó entonces el padre.
Con sus tiempos, la Justicia fue actuando. Este jueves, se llevó a cabo la audiencia preliminar al juicio que deberán afrontar Mario Guillermo B., de 54 años; Brian Ezequiel M., de 31; Carla Daniela P.; de 24, y Georgina Soledad L., de 40, por el delito de “homicidio culposo simple en calidad de coautores”.
Así lo consigna la información oficial brindada por el Ministerio Público de la Acusación. La fiscal Valeria Piazza solicitó la pena de tres años de ejecución condicional, reglas de conducta y 10 años de inhabilitación para ejercer la profesión de guardavidas en el caso de Mario Guillermo B. y de profesores de educación física en los demás casos. La jueza Valeria Pedrana recibió las pruebas de las partes para rendir en el juicio y admitió la acusación formulada por la Fiscalía.
>> Leer más: Los padres del nene ahogado en V. G. Gálvez reclamaron justicia
Mario Guillermo B. era el guardavidas del polideportivo Integral de Villa Gobernador Gálvez; Georgina Soledad L., la coordinadora de la colonia de vacaciones, en tanto Brian Ezequiel M. y Carla Daniela P. eran docentes o representantes a cargo de los menores. Los cuatro deberán enfrentar el juicio, por ser quienes, desde una u otra función, tenían bajo su responsabilidad la custodia y el cuidado del niño, que falleció por sumersión.
La audiencia preliminar comenzó en el mes de diciembre del 2020 donde la defensa de los imputados solicitó la suspensión de juicio a prueba la cual fue rechazada tanto en primera como en segunda instancia. Luego la defensa presentó recurso de inconstitucionalidad de ese rechazo, el cual también fue rechazado. La defensa presentó queja ante la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, de la cual se está a la espera de resolución.
Los Gallardo son una familia atravesada por la desgracia. Si bien Gastón y Edith tenían hijos de otras parejas, y la mujer ya es incluso abuela, Francesco era el único producto de esa relación. Era el mimado, el inquieto. La mamá quería que tuviera una vida más social, que se relacionara con otros niños de su edad, y por eso la pareja tomó la decisión de anotarlo en la colonia. Cuando lo hicieron, dejaron sentado por escrito que era hijo único, sus características, y pidieron especial atención para el niño. Algo salió mal. En un descuido negligente, Francesco pasó de la pileta playa a la olímpica, y se ahogó. Ese día, el niño le había prometido a su madre que esa vez no lloraría, algo que le había ocurrido las dos primeras jornadas de una adaptación difícil.
>> Leer más: Asesinaron al papá del chico que se ahogó en Villa Gobernador Gálvez
"Nuestro problema más grande, en estos días, era qué le íbamos a regalar a Francesco para esta Navidad. El que crea que tiene un problema en la vida, que se acuerde de nosotros", expresaba Gastón en una emotiva entrevista con este diario.
La tragedia para la familia que vivía en Avellaneda al 2000, en la vecina ciudad, continuó. El 7 de febrero del año siguiente, Gastón Gallardo, padre del niño, fue asesinado a balazos en la misma cuadra. Gastón recibió varios disparos en la zona abdominal y la médula, lo llevaron al Hospital Gamen y luego al Heca, de Rosario, donde murió esa misma noche. El abogado de la familia, Raúl Superti, consideró entonces “inexplicable” y “sorpresivo” lo sucedido, ya que la víctima nunca había manifestado haber recibido amenaza alguna.