Una familia de refugiados sirios llegará a San Lorenzo contenida por la Iglesia Cristiana Redentor. Así lo confirmó el pastor Daniel Cattaneo, quien anunció que es inminente el arribo de dos jóvenes padres con dos niños, a quienes se les otorgará alojamiento, trabajo y acceso a la escolaridad.
San Lorenzo se inscribe así en la lista de localidades que en el país darán albergue a un total de 200 refugiados de ese país que integran un primer contingente.
Su arribo podría concretarse en uno o dos meses, tiempo estimado por las autoridades nacionales para acabar con los trámites exigidos para dejar ingresar a estos primeros 200 refugiados, sobre un total de 3.000 que el país tiene previsto contener.
Durante los últimos días, un equipo de la Agencia de Inteligencia Federal (AFI), la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) y el Ministerio de Seguridad trabajaron en la ciudad siria de Aleppo y en la frontera del Líbano para seleccionar a los primeros 200 refugiados sirios que llegarán a la Argentina.
"Hicimos los contactos y las tramitaciones para recibir, en nuestra comunidad a una familia de refugiados sirios compuesta por mamá, papá, y dos pequeños hijos", indicó Cattaneo.
En diálogo con este diario Cattaneo señaló: "No podemos estar ajenos a lo que pasa en el mundo. Estamos hablando de un conflicto que tiene 470 muertos; 4,5 millones de personas desplazadas viviendo en refugios; en lo que va de este año, alrededor de 4.200 personas se ahogaron en el mar Mediterráneo —425 de ellos niños—.
Cattaneo expresó: "Dicen que quien salva una vida está salvando a la humanidad. Esta familia pasará de vivir en un lugar de dos metros por dos que tienen hoy asignado en los refugios, a vivir en un lugar distinto, donde no tendrán miedo a la guerra, a ser deportados —hoy allá a un padre de familia que es deportado se lo envía al frente de combate—. Nos llena de entusiasmo pensar que estamos cambiando estas vidas, pensar que estos niños puedan crecer e integrarse, salvarlos de un futuro negro e incierto".
"Este será un proceso lleno de paciencia, pues esta familia ni habla nuestro idioma. Y todo se tratará de un proceso de reconocer y adaptarse a nuestra cultura e idiosincrasia", agregó.
La congregación en la que participa el religioso sanlorencino, la Iglesia Redentor, adhiere al programa de contención para refugiados. "Lo que proyectamos es asegurar económicamente a la familia, por lo menos, durante uno o dos años, tiempo durante el cual apostaremos a su integración definitiva a nuestra sociedad", concluyó.
"Redentor es una comunidad creciendo en amor. Nuestro objetivo es ser eficaces en vivir y transmitir el evangelio a otras personas haciendo de ellas discípulos, a los fines de que la ciudad, el país y el mundo entero sean impactados, alcanzados y transformados con el mensaje de vida en Jesús", puede leerse en la página de la comunidad con sede en avenida Dorrego 1382.
"Estamos inscriptos en un plan del gobierno para recibir inmigrantes sirios y la gestión se hace a través de una organización paraeclesiástica de nuestras congregación que se llama Juventud con una Misión (Jucum) y todo este trabajo está inscripto en el marco de un programa que se llama «El Refugiado es mi Prójimo»", señaló en declaraciones a LaCapital el pastor evangélico bautista.
El religioso, que además de la iglesia Redentor supervisa otros cuatro templos, agregó: "Hace tiempo que venimos tratando de concientizar a la población sobre la crisis humanitaria en Siria y no nos quedamos en apoyar al gobierno en su actitud con los desplazados, sino que tomamos cartas en el asunto. En el país, en realidad son varias las iglesias que están respondiendo al llamado. Desde varios templos me han comunicado la voluntad de hacerse cargo de más refugiados".
"Estamos preparándonos _destacó_, Es todo un desafío porque aunque estamos acostumbrados al servicio, ahora son inmigrantes que hablan sirio o algo de kurdo".
Más adelante, el religioso expresó su asombro ante las muestras de solidaridad de la comunidad sanlorencina, "Hay mucha gente dispuesta a ayudar, y también, por supuesto, hubo alguna objeción referida a que esta gente generaría problemas. Ante esto lo que hago es preguntarles el apellido y hacerlos reflexionar sobre cómo habrán sido recibidos sus abuelos españoles o italianos cuando llegaron a esta tierra".