La sala cuarta de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial confirmó una millonaria condena por daños y perjuicios contra la empresa Aufe, que durante 15 años fue concesionaria privada de la autopista Rosario-Santa Fe. La condena de la Justicia Civil y Comercial es por un accidente que se registró a principios de septiembre de 2006 a la altura del kilómetro 26 de la autopista Brigadier López y que la empresa concesionaria deberá indemnizar con una suma de 6,5 millones de pesos.
Producto de una intensa lluvia, ese día la traza presentaba una importante acumulación de agua sobre el pavimento. Alrededor de las 16, un automovilista que circulaba en sentido a Rosario a bordo de un Fiat Duna, identificado como G. J. B., cambió de carril para cederle el paso a otro vehículo que quería sobrepasarlo. Pero al regresar a su carril se encontró con un gran charco de agua que cubría la calzada y la banquina.
Los neumáticos perdieron adherencia y el automovilista el control del vehículo, derrapó de costado hacia el cantero central y chocó contra una alcantarilla de cemento. El hombre que manejaba el Duna sufrió una lesión en la columna vertebral y terminó cuadripléjico.
En el peritaje practicado por un ingeniero mecánico y presentado como prueba en la causa se destacan las dificultades para conducir cuando hay agua en la cinta asfáltica y más aún cuando en el pavimento se forman huellas. En la resolución de la Cámara de Apelaciones firmada por los jueces Edgar Baracat, Avelino Rodil y Ariel Ariza se advierte que "las importantes deformaciones y desniveles asimétricos" provocaron la pérdida de control del vehículo.
La pericia
"La zona del accidente presenta visualmente una elevada y variada deformación transversal en la huella externa de la calzada externa del sentido de circulación descendente, corroboradas por las mediciones de campo realizadas", destaca el fallo y agrega que "del análisis de los perfiles transversales se verifica que es previsible la acumulación de mayor cantidad de agua en la huella externa del carril descendente externo. Se constató la posibilidad de estacionamiento de agua aún con precipitación moderada a baja".
Estos fundamentos profundizan en que la causa determinante del accidente fue la falta de mantenimiento por parte de la compañía concesionaria y se apoya fundamentalmente en la pericia practicada que da cuenta de que la presencia de agua acumulada sobre la cinta asfáltica afectó en forma negativa la posibilidad de conducir.
"Esta se agravó cuando al desplazarse el vehículo sobre el camino, el conductor se enfrentó con distintos valores de profundidad en la huella trasversal, esto es que el vehículo debió desplazarse sobre superficies que difieren entre ellas, lo que produjo el siniestro vial".
En el fallo de primera instancia, confirmado por la Cámara de Apelaciones, el juez Civil y Comercial, Iván Kvasina, había señalado que "deviene incuestionable la responsabilidad de la concesionaria por el siniestro ocurrido, lo que da por incumplido el deber de seguridad que le correspondía", y que "ningún tipo de prueba permite fehacientemente comprobar la culpa de la víctima resultante del accidente".
De esta forma, la empresa Aufe —actualmente en proceso preventivo— deberá pagar al automovilista que quedó inválido por el siniestro más de seis millones y medio de pesos, mientras que dos aseguradoras tendrán que abonar cerca de dos millones de pesos.