Los reclamos por el mal funcionamiento de Monticas fueron recibidos también en la Defensoría del Pueblo santafesina. Desde hace al menos siete años, tanto en el transporte interurbano como en el interprovincial, hay registros de solicitudes de respuesta de parte de los usuarios a los organismos de control. Las exigencias cobran otro valor tras la tragedia del viernes 24 en la ruta 33, donde 13 personas perdieron la vida al chocar dos ómnibus de la empresa citada, presuntamente por el reventón de una cubierta vencida.
En marzo de 2011 Edgardo Bistoletti, a cargo del organismo por entonces, tomó un reclamo de los vecinos de Funes y Roldán por las "deficiencias en el transporte interurbano de pasajeros". En abril de 2010, Mónica Tomei, quien se desempeñaba como concejal de Funes, presentó una carta pidiendo la intervención ante los "numerosos reclamos de los vecinos por las deficiencias en el servicio y los aumentos de tarifas, que no se condecían con el servicio".
A partir de los reiterados pedidos, a fines de diciembre de 2010, la Secretaría de Transporte solicitó un informe de la situación denunciada y las medidas adoptadas para dar respuesta. En febrero de 2011, la cartera respondió con un dictamen del área de Coordinación del Transporte de Pasajeros con un detalle de los servicios que se prestan en la ruta 9.
Allí se especificó que "los inspectores del organismo realizan controles constantes en la ruta señalada para detectar posibles irregularidades. Que dichos controles tienen en cuenta las frecuencias, refuerzos a la hora de mayor demanda, estado de conservación de las unidades y el estado técnico mecánico en general". Además, destacaron reuniones que celebraron entre las comunas, la provincia y la empresa para coordinar esfuerzos y satisfacer las necesidades con resultados positivos. También, plantearon un sistema de inspecciones junto con el municipio y la provincia. Un panorama que logró colmar las expectativas pero duró poco; hasta el cambio de dueños de Monticas. Así lo describió el intendente de Roldán, José Pedretti, en diálogo con LaCapital: "La empresa era de otro grupo económico; el representante era Alcides Carraro al que lo podías ver cara a cara, y es verdad que en ese entonces mejoró. Hicimos varias reuniones: en Funes, en Roldán, con los concejos. Cuando él venía a hablar con nosotros, los problemas se solucionaban". Consideró luego Pedretti que la caída de la calidad del servicio comenzó estimativamente después del 2012, "cuando pasó al actual grupo económico". Desde entonces, explicó,"empezó a deteriorarse de tal modo que terminamos como estamos ahora".
El intendente recordó: "En el 2015 fue terrible la cantidad de denuncias. Cada tres meses presentaban un gerente distinto; era muy difícil ponerse de acuerdo". Y agregó: "Los llamados de atención eran constantes, reclamábamos todos los días".
Más denuncias
A principios de 2012, la Defensoría del Pueblo recibió otra queja, esta vez proveniente del transporte interprovincial, y con una lista de 2.000 vecinos firmantes que se quejaban de Monticas y Arito en su recorrido de Rosario a Laboulaye, en Córdoba. Pasajeros de Rufino, Venado Tuerto, Sancti Spíritu y Amenábar, reclamaban por los "constantes problemas mecánicos y eléctricos, las demoras en los horarios, la falta de higiene, el mal estado de asientos e instalaciones, filtraciones en días de lluvia y presencia de vectores en las unidades". Se sumó también una pedido de acción del Concejo de Rufino ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
La respuesta provincial llegó a través del subsecretario de Transporte de entonces, Gustavo Santos Peirano, quien señaló que se "constataron las irregularidades denunciadas". Sin embargo se elevó un informe con las constataciones a la CNRT para que "efectúe los controles que estime corresponder". Ante el panorama, la Defensoría santafesina envió el expediente con los antecedentes a la cartera nacional destacando que se incumplen los derechos de los usuarios.
La lista continúa, y en octubre de 2013 hubo una nueva resolución pedida por un particular y el secretario de Seguridad Ciudadana de Casilda, según expresó en representación de un gran número de pasajeros que protestaban por "el deterioro de las unidades y el deficiente servicio de Monticas". El funcionario sumó una serie de archivos fotográficos que lo constataban. Se elevó un informe a la Subsecretaría de Transporte requiriendo detalles del funcionamiento del servicio, que según reza en el escrito después de cuatro meses no remitía respuesta oficial. Asimismo, incluyó la notificación a la CNRT.
Los avisos y denuncias recorrían cajones de espacios públicos y organismos de contralor, pero los usuarios no veían respuestas. Las malas experiencias determinaron las frases frecuentes en las garitas de pasajeros; "primero te enojás, después te acostumbrás". Las oficinas de control provincial y nacional ratificaron que observaron en más de una ocasión los coches con deficiencias y un mal servicio de traslado. El temor retoma ante las nuevas decisiones. El intendente de Roldán culminó: "El miedo que tenemos los intendentes es que venga la misma empresa cambiándole el nombre con otro socio gerente".
Fabrina Donato / La Capital