El juez de Instrucción Penal Preparatoria de Reconquista Ireneo Berzano dispuso la libertad del cura de esa ciudad Néstor Monzón en la causa en la que está imputado por abuso sexual grave contra una nena de tres años. Ante esto, el Ministerio Público de la Acusación y los familiares de la nena advirtieron que junto a familiares de la nena apelarán el beneficio porque "existe riesgo real de entorpecimiento probatorio", hipótesis que se acentúa a partir de una serie de escuchas teléfonicas. No obstante, Monzón podría quedar detenido nuevamente la semana próxima ya que será imputado por un segundo caso de abuso, y existe la posibilidad de que se sume un tercer hecho.
El juez Berzano dispuso que el sacerdote católico Monzón, imputado por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser ministro del culto religioso y por haber dañado la salud de la víctima" contra una nena de 3 años, esperará el juicio en libertad. El cura cumplió 60 días en prisión preventiva, medida que cumplió inicialmente en una comisaría de Reconquista y luego en la modalidad domiciliaria en la parroquia San Luis Gonzaga, de la localidad de Calchaquí. Allí llegó el sacerdote luego de que la Abadía Benedictina del Niño Dios, en Victoria, se negara a recibirlo.
El juez consideró que no existe ni riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación con la libertad de Monzón, aunque le alcanzan las prohibiciones legales de no acercarse a la víctima ni a sus familiares.
El cura, de 47 años, había sido detenido el 19 de abril pasado, en el marco de una investigación a cargo del fiscal Rubén Martínez por delitos contra la integridad sexual perpetrados contra una niña de 3 años. La madre de la nena había radicado la denuncia contra el sacerdote en el Centro de Orientación de Víctimas de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional 19 de la policía provincial.
La Justicia dio intervención al psicólogo y médico policial, y se realizaron diversos estudios a la menor, que confirmaron que la niña "tiene desgarro parcial de su himen y fue contagiada con el Virus del Papiloma Humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual".
A raíz de la denuncia, el obispo local, monseñor Angel Macín, separó a Monzón de sus responsabilidades de párroco de la iglesia María Madre de Dios, de Reconquista.
Pero Monzón, además fue denunciado por abusar de un niño de cuatro años, primo de la primera víctima, cargo por el cual los fiscales Martínez y Alejandro Rodríguez lo imputarán la semana próxima y volverán a pedir la prisión preventiva. El padre de este nene dijo que su hijo habló de tocamientos de los genitales del cura a manera de juegos.
En tanto, podría haber una tercera acusación, ya que se analiza si un niño más pequeño, de la misma familia, también fue sometido.
Escandaloso consejo. El argumento del juez para dejar en libertad a Monzón de que no existe riesgo de que interfiera en la investigación fue refutado por la Fiscalía que adelantó que recurrirá ante la Cámara Penal. Para sustentar esto, el fiscal regional, Eladio García, acompañado por los fiscales de la causa dieron a conocer escuchas telefónicas en las que la abogada del Obispado local, Gabriela Contepomi, le recomendaba al cura Monzón eliminar llamadas o mensajes de texto de su teléfono que podrían incriminarlo, por lo que EM_DASHse anticipóEM_DASH será imputada por encubrimiento ya que esta letrada no es su representante legal.
Estos llamados fueron dos días después el sacerdote fuera apresado, ante lo cual el fiscal Martínez aseguró a la prensa que "esto significa que el Obispado, que sabía que se estaba haciendo una investigación, de alguna manera había operado para que Monzón tuviera su abogado, porque el abogado lo paga la Diócesis, según las escuchas telefónicas. La abogada del Obispado le recomendó que borrara los mensajes y demás y consideramos que eso es entorpecimiento probatorio".
La abogada Contepomi se excusó diciendo que sólo "fue un consejo como abogada" y advirtió que en un caso así ella se pone "del lado de la familia" de las víctimas.
Los familiares de la nena y los fiscales se quejaron de que en la audiencia pedida para que el religioso siga detenido, el juez no permitió mostrar esa nueva evidencia. Los padres de la menor mostraron indignación por la medida judicial, en tanto reclamaron "que se sepa la verdad", y apuntaron contra "el obispo Macín, que tapa todo".
Los acusadores habían pedido además la prórroga de la prisión preventiva porque todavía no se tienen los resultados de las pericias médicas para determinar si es portador del VPH, que fue hallado en la víctima bajo un código específico.
En tanto, la Fiscalía acusará por coacción a un ex obispo de la localidad que se presentó ante el fiscal del caso a pedir explicaciones sobre la investigación.