Un niño de 10 años fue rescatado ayer en Casilda luego de caer de un puente y estaba a punto de llevarlo la correntada. El salvataje fue posible gracias a la acción de una vecina y de la policía.
Un niño de 10 años fue rescatado ayer en Casilda luego de caer de un puente y estaba a punto de llevarlo la correntada. El salvataje fue posible gracias a la acción de una vecina y de la policía.
Una mujer oriunda de Chabás circulaba por bulevar Argentino ingresando desde la ruta 33 cuando al cruzar el puente del Arroyo Candelaria vio al niño que le hacía señas desesperado a la vera de la calzada. Al detenerse vio que el nene se había caído por el lateral del puente y estaba agarrándose para que la fuerte correntada no lo arrastre. Gracias al accionar policial de la vecina que se detuvo, pudo evitarse lo que podría haber sido una tragedia. El hecho ocurrió aproximadamente a las 15.45 de ayer, en medio de un fuerte chaparrón que cayó sobre la ciudad. Tal cual lo publicó el diario digital Ahora Casilda, Jessica, oriunda de Chabás, había ido a Casilda a pesar de la tormenta a comprar unos repuestos para una motocicleta y decidió ingresar por bulevar Argentino, pero a los pocos metros vio a un nene indicándole que su amigo, con quien habían ido a pescar alguna mojarra, había resbalado y caído hacia el curso de agua. Según comentaron los niños y reprodujo el mismo medio, Thiago, de 10 años, estaba intentando pescar con una especie de medio mundo junto a su amigo Miguel, de la misma edad, cuando al arrimarse mucho al borde, resbaló por la humedad de los pastos de la orilla, donde no hay defensas, y cayó al agua sobre el canal colector de bulevar, que desemboca en arroyo Candelaria. La mujer comenzó a hablar con él menor para calmarlo y pedirle que resistiera, mientras llamó al 911 y a Bomberos, quienes le indicaron que tratara de mantenerlo en el lugar y tranquilizarlo. Cuando la policía llegó al lugar pudo enganchar una soga alrededor del cuerpo del niño para izarlo lentamente hasta la calle, no sin dificultad, ya que son varios metros y el cemento y los pastos presentaban mucha agua y se tornaba peligrosa la maniobra. Apenas pudieron sacarlos del lugar, pusieron a los chicos a resguardo de lluvia y los abrigaron con una frazada, ya que estaban muy mojados y asustados por la experiencia vivida. Luego llegó una dotación de Bomberos Voluntarios aunque ya los menores estaban fuera de peligro y a resguardo esperando la unidad del Sies para constatar el estado de los menores, consignó el mismo medio.