Mientras continúan con la toma de la planta en demanda del pago de haberes atrasados, crece la ansiedad entre los trabajadores de la fábrica Vassalli por conocer si finalmente se concreta el esperado cambio de manos en la conducción de la empresa. Y no menor es la expectativa que generó en la comunidad de Firmat la decisión adoptada por la ex mandamás de la firma, Mariana Vassalli, de reclamar al grupo de concesionarios que está al frente de la reconocida industria de cosechadoras que le restituya el total de acciones que le cedió para poder retomar el control de la industria.
Es que después de dos años de la experiencia vivida durante el proceso llevado adelante por el grupo que desembarcó con el objetivo de sacar a flote la fábrica el resultado no fue el esperado y se tradujo en el saldo negativo de la paralización del establecimiento y una abultada deuda salarial que ronda los cien mil pesos por cada uno de los 340 obreros que actualmente emplea Vassalli Fabril.
Al no haber definiciones, la incertidumbre y preocupación de los trabajadores no cesa más allá de haberle resultado "tranqulizador" el anuncio de que la heredera de Roque Vassalli busque recuperar el manejo de la fábrica con la inclusión, al parecer, de un nuevo grupo inversor.
La carta documento
El único ingrediente que sumó en las últimas horas esta historia con ribetes casi novelescos y desenlace incierto es que trascendieron detalles de la carta documento que la empresaria firmatense remitió al grupo de concesionarios integrado por Néstor Girolami, Sergio Barbero, Hugo Nicola y Gastón Aguire para revocar el contrato de transferencia de acciones e instarlos a que tengan "la honestidad" de devolvérselas.
En ese marco, destaca que la cesión de su paquete accionario lo hizo de forma "gratuita" con el objetivo de "lograr la continuidad de la empresa y el pago de los salarios y deudas previsionales atrasados", lo que no sucedió.
En tal sentido, el escrito indica que "hoy, después de dos años de gestión, el incumplimiento de la causa expresada del contrato de cesión se ve en el fracaso rotundo e irreversible de la gestión", al tiempo que achaca la situación de que "hace meses que la planta está prácticamente parada, no hay insumos y se deben salarios a los trabajadores".
Abandono de gestión
La nieta del fundador de la emblemática empresa también endilgó al cuestionado grupo haber "abandonado la gestión y tercerizarla en un desconocido insolvente", en alusión al recientemente designado CEO, Luis Cagliari, al cual el gremio desconoció, además de advertir sobre "movimientos accionarios ilícitos y violatorios de lo acordado, que nunca aprobé y son insanablemente nulos".
Asimismo resalta que la cesión de sus acciones la hizo ante su estado de "impotencia patrimonial para que personas que me merecían confianza se hagan cargo de explotar la empresa, no para facilitar negocios especulativos sobre la misma".
Y, entre otras consideraciones, achaca que la situación actual de la fábrica "da por tierra con esta intención manifiesta en el propio contrato, por lo que les solicito tengan la honestidad de devolverme las acciones recibidas", para lo cual "comunico formalmente la revocación del contrato de donación/transferencia de acciones con cargo, por el incumplimiento liso y llano".
En tanto el abogado de Mariana Vassalli, Miguel Carrara, ratificó que la finalidad de la carta documento "es reclamar la devolución de las acciones porque (el grupo de concesionarios) incumplió el motivo por el cual se hizo la transferencia". Así lo manifestó ayer en declaraciones radiales, en las que confirmó que la empresaria "tuvo conversaciones con algunos grupos que podrían estar interesados y tendrían solvencia para mantener el giro" de la empresa, aunque admitió que para avanzar en negociaciones es necesario recuperar el ciento por ciento de las acciones a fin de "poder ser interlocutores" válidos de "gente que tiene capacidad para gestionar y llevar adelante" la fábrica.
Colaboración y "sentido común"
"Este es el primer paso, y tal vez el único, que podía hacer Mariana (Vassalli), para acercarse a una solución, pero (ello) necesita de la colaboración y el sentido común de las personas que recibieron las acciones para reconocer que están ante una situación que no pueden resolver", dijo el letrado.
En esa línea, sostuvo que "si eso se cumpliese, recién se podrían retomar conversaciones serias con terceros". Y admitió luego que "estamos con plazos que no sé si coinciden con las necesidades de la gente (por los obreros) ya que la situación es muy dramática".
El representante legal añadió que tiene "fe que en una judicialización de la discusión ella va a tener razón y obtener una sentencia favorable para rescatar las acciones pero eso sería tarde para todos", razón por la cual insistió que para lograr "una solución a tiempo se necesita de la colaboración de los actuales accionistas".
Asimismo, destacó que "nosotros planteamos un escenario que debería convencer a las partes de un resultado final y en función de ello creemos que hay espacio para conversar y encontrar en el camino una solución útil para todos". "Estamos esperando —admitió— un contacto con los actuales accionistas que permita acompañar la intención de encontrar una solución porque no creo que para ellos sea negocio que la empresa se funda. Acá hay dos niveles; uno jurídico cuya resolución es a largo plazo y otro a corto que necesita de la colaboración de algunos o la mayoría de las accionistas".