Tienen entre 27 y 40 años, algunas de ellas están casadas y con hijos, pero todas comparten cosas en común: una amistad entrañable, la pasión por la cocina y la buena comida, y el gusto por el champán. Esto último, que las identifica con Charlote Caniggia, les valió el apodo de "Las Charlotitas", como ya se las conoce en Chañar Ladeado. Tienen especial pasión por la parrilla. Y aunque nunca habían probado asar lechón, se animaron a competir y lo hicieron con éxito: obtuvieron el segundo puesto en la 49ª Fiesta Nacional del Porcino, que se celebra en esa localidad del departamento Caseros, ubicada a unos 175 kilómetros al oeste-sur de Rosario. Un logro para un equipo de mujeres en una competencia que venía reservada sólo para hombres.
La incursión de Las Charlotitas en el Concurso de Asadores de Lechón, del que participaron 22 equipos de asadores de distintas latitudes, no pasó desapercibida, en un certamen tradicionalmente protagonizado por varones. Resulta que, en esta nueva edición, había dos equipos de mujeres, entre los que estaba el de Chañar Ladeado. Pero las chicas también se preocuparon para hacer de su puesto un lugar atractivo: mesa plegable con mantel negro, vajilla de plata, cata de buenos vinos, un look especial (gorras fucsia, indumentaria similar), picadas con fiambres del lugar y otras delicadezas rodearon su participación.
"No lo teníamos en la cabeza, pero como estamos armando un viaje y el premio era dinero, se nos ocurrió anotarnos. Es la primera vez en la historia que se presentan mujeres en estos campeonatos", cuenta Tamara Capella, 27 años, la más joven del equipo. "Le pusimos la mejor onda, nos salió perfecto, y salimos segundas porque los que ganaron asaron el lechón a la estaca, algo que les dio un plus. En realidad, ¡fuimos las número 1 en lechón a la parrilla!", dice entre risas. Ellas asaron a dos fuegos, con brasas debajo de la parrilla y arriba de una chapa suspendida sobre la pieza de carne. "Arrancamos a las 7.30 de la mañana, encendimos el fuego con ramas, piñas, papel y aserrín. A las 8 empezamos a cocinar y estuvimos disfrutando de eso durante toda la mañana. El público se acercaba a sacarse fotos con nosotras, nos hicieron entrevistas, fue divertido y un orgullo habernos alzado con este segundo puesto, aunque íbamos por el primero", cuenta la integrante.
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A dos fuegos. El grupo asó lechón con brasas abajo y arriba de la pieza.
Entre la gente que se acercó estaba nada menos que Sara Gardiol, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe y la primera mujer que ocupa ese cargo en los 83 años de historia de la entidad. Ahí hubo identificación en varios sentidos, sobre todo por el género. La dirigente felicitó al grupo de compañeras y les dio ánimo como mujer para emprender este tipo de iniciativas.
El premio que les correspondió fue de 15 mil pesos, nada despreciable en los ahorros para emprender el viaje grupal que están encarando. Pero más allá de eso, estuvo el disfrute y la valentía de largarse. "Hubo otro grupo de mujeres, pero la mayoría eran hombres con mucha experiencia, que se habían postulado otras veces", cuenta la joven.
El jurado estuvo compuesto por Mauricio Simeoni, un joven cocinero de Chañar Ladeado; Jorge Zacnun, de Godeken, que tiene una empresa de servicios de catering que opera en toda la región, y José Maria Altamirano, también de Chañar Ladeado.
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Mesa servida. El lechón les salió de primera, y se alzaron con el segundo puesto en el certamen.
"No nos interesa competir con los hombres, pero queríamos demostrar también que podemos, y nos salió perfecto, hicimos podio por primera vez en la historia de la Rural", cuenta con orgullo la participante. Las 15 estuvieron alrededor de la parrilla aquel domingo 10 de octubre en el predio Rural de Chañar Ladeado, y pudieron sacarse la foto grupal con quorum completo (sólo faltó en la instantánea una médica, que participó pero tuvo que irse a atender una urgencia). "Somos un grupo muy unido, aquí hay médicas, bomberas, radiólogas, comerciantes, pero nos une la pasión por la cocina y la buena comida, tenemos una peña donde nos juntamos a cocinar. Somos divertidas, tenemos iniciativa", define Tamara cuando habla de las Charlotitas.
Lo que empezó como una broma en un grupo de whatsapp terminó haciéndose realidad, las amigas afianzaron sus vínculo y, de paso, compitieron y hasta hicieron podio.