La campaña de Abuelas de Plaza de Mayo denominada Pueblada por la Identidad tendrá como epicentro hoy a la Quinta de Funes, la casona ubicada en esa localidad donde durante la última dictadura cívico-militar funcionara un centro clandestino de detención y se perpetraran gravísimas violaciones a los derechos humanos. Las actividades comenzarán a las 10 en el predio ubicado en Ruta 9 y Diagonal San José.
La jornada de hoy marcará el cierre de una serie de actividades que se vinieron realizando en esa localidad, en el marco de la campaña federal Pueblada por la Identidad, que en este caso contó con el apoyo de la comunidad de Funes y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe.
La movida a lo largo del país fue organizada por los 40 años de lucha de Abuelas de Plaza de Mayo, y apuntó a reforzar la búsqueda de los casi 400 nietos y nietas que aún faltan encontrar, con acciones de difusión en cada rincón del país. Se trató de una serie de actividades enmarcadas en los 40 años de Abuelas de Plaza de Mayo, que se desarrollaron durante septiembre, octubre y noviembre.
La iniciativa, que partió de la filial de Abuelas Rosario bajo el lema "Encendiendo verdades en los pueblos argentinos", tuvo como objetivo llevar el mensaje de búsqueda a todo el territorio nacional, realizando actividades culturales, educativas y deportivas, a partir de las propuestas que acerquen y articulen las instituciones involucradas, e invitando a otras a sumarse como clubes, escuelas o vecinales.
Esas actividades fueron acompañadas por el testimonio de sobrevivientes, familiares de desaparecidos y personas conocedoras de la problemática, a los fines de charlar y profundizar sobre las causas y consecuencias del terrorismo de Estado que sufrió el país entre 1976 y 1983.
Todo esto se reproducirá hoy en Funes cuando la Quinta abra sus puertas a la comunidad por primera vez para la actividad artística que realizarán los coordinadores de la Pueblada y de la que podrán participar todas las familias. En este marco, desde hace varios meses alumnos de 7º grado de escuelas de la localidad vienen realizando trabajos que serán finalmente expuestos.
En el marco de la Pueblada, y según explicaron las organizadoras en la sesión del Concejo municipal que declaró la actividad de "interés municipal", se pensó en "actividades extracotidianas en las escuelas para realmente sensibilizar a los chicos y que lleven la duda a sus padres porque la población que busca Abuelas tiene 40 años aproximadamente".
Hoy se realizará una intervención espacial del lugar, muestra de trabajos de estudiantes funenses y una construcción colectiva e instalación de murales por la identidad.
El predio de la Quinta de Funes fue expropiado por el Estado provincial en el mes de julio pasado a fin de transformarlo en un espacio de educación y cultura, y la jornada de hoy también significará la apertura de este lugar destinado a la memoria.
Al respecto, Ramón Verón, subsecretario de Derechos Humanos provincial y ex detenido-desaparecido durante la dictadura, calificó la apertura como "un paso enorme en la continuidad de políticas de memoria, verdad y justicia", y graficó: "Donde hubo muerte, ponemos vida, y seguiremos por ese camino".
Terrorismo de Estado
En la Quinta de Funes funcionó un centro clandestino de detención entre septiembre de 1977 y enero de 1978 que estuvo bajo el mando operativo del Destacamento 121 de Inteligencia del Ejército, y los graves delitos cometidos allí fueron ventilados en los juicios derivados de la llamada "causa Guerrieri". El lugar formó parte del circuito represivo que integraron además la Fábrica de Armas Domingo Matheu y la Escuela Magnasco, en Rosario; La Calamita, en Granadero Baigorria, y La Intermedia, en Villa La Ribera. Por los delitos cometidos allí fueron condenados los ex oficiales jefe del Ejército Pascual Guerrieri, Juan Daniel Amelong y Jorge Fariña, y los agentes civiles de inteligencia Eduardo Constanzo y Walter Pagano, entre otros.
El Ejército pergueñó desde la Quinta de Funes lo que se conoció como Operación México, cuyo objetivo era el secuestro de la dirigencia de Montoneros en el exilio. Cuando esta maniobra fue puesta en descubierto ante la prensa internacional por Tulio Valenzuela tras fugarse de sus captores, el centro clandestino fue desmantelado y los prisioneros trasladados a otros lugares de detención para ser finalmente asesinados en La Intermedia. Sus cuerpos nunca fueron hallados. El único sobreviviente fue Jaime Dri, quien fue "devuelto" por el Ejército a la Marina, de quien era prisionero, y décadas después resultó un testigo clave en los posteriores juicios.
Entre los desaparecidos que pasaron por la Quinta de Funes se cuentan Jorge Novillo, Stella Hilbrand de Del Rosso, Eduardo José Toniolli, Carlos Laluf, Marta María Benassi, Miguel Angel Tossetti, Oscar Capella, Marta María Forestello, Ana María Gurmendi, Fernando Dante Dussex, Pedro Retamar, María Reyna Lloveras y Teresa Soria de Sklater. También estuvieron allí Tulio Valenzuela y Raquel Negro. Valenzuela luego de su escape en México volvió al país, fue recapturado y permanece desaparecido. Raquel Negro, que estaba embarazada de mellizos de su pareja Valenzuela, fue llevada a dar a luz al Hospital Militar de Paraná y luego fue desaparecida. Uno de esos bebés era Sabrina Gullino Valenzuela Negro quien recuperó su identidad en 2008, a partir de indagar sobre sus orígenes y la labor de búsqueda de Abuelas. Su hermano, El Melli, sigue siendo buscado.