Sigue la búsqueda de Gustavo Gabriel Muñoz, el roldanense de 34 años cuyo teléfono tuvo señal hasta las dos de la madrugada de este miércoles y el GPS lo ubicaba en Rosario, cerca de Balcarce y el Río Paraná. Desde el MPA confirmaron que se activó el protocolo de paradero.
"El caso está a cargo de fiscal Damián Cimino de la Unidad de Salidas Alternativas y la división de paradero de la AIC se encuentra abocada a tareas investigativas”, detallaron desde el área de prensa del MPA.
Parte de esas tareas fueron solicitadas a la Prefectura Rosario, que recorrió la zona donde se perdió la señal del celular de Gustavo sin encontrar rastros, por lo que se pidió que amplíe la búsqueda en un área mayor del río. También se analizan cámaras de seguridad del parque y sus inmediaciones.
El martes, Gustavo se fue a ensayar con su grupo musical y a la medianoche se retiró diciendo que “tenía cosas que pensar”. Al no llegar como todas las noches a la casa de sus padres, ubicada en el barrio Tierra de Sueños de Roldán, su madre intentó ubicarlo por teléfono.
Sus amigos de la banda musical se concentraron en Balcarce y el río desde las 19.30 de este jueves para hacer una vigilia por Gustavo e hicieron extensiva la invitación para todos los que quieran acompañar. La convocatoria es para "visibilizar su ausencia, hacerle llegar un mensaje de que acá estamos, lo extrañamos y que todo por lo que esté pasando se resuelve", expresaron en las redes sociales y agregaron que no van a bajar los brazos hasta que aparezca.
Alicia, la mamá, contó a La Capital que Gustavo no respondió sus llamadas y mensajes. Finalmente, el celular se apagó en esa zona del río, distante 15 cuadras de donde estuvo tocando con sus amigos. Su padre fue hasta el lugar y lo buscó durante un par de horas. Los amigos también están colaborando en su búsqueda.
“Horas antes, se encontraba enojado, despectivo, me bloqueó del WhatsApp y apagó el GPS del teléfono al darse cuenta de que lo estaba rastreando desde mi computadora. Ese martes por la tarde, Gustavo se enteró de que lo habían despedido de su trabajo, “algo que no debería ser tan grave, pero hay personas que no tienen la capacidad de resolver sus problemas; me da mala espina porque estuvo muy cerca del río”, agregó su madre.
Vestía una remera negra, buzo gris, pantalón de jean gris oscuro, las medias de las tortugas ninjas, gorra negra y zapatillas color rojo-bordó. Mide 1,80 metro y pesa entre 70 y 80 kilos. Por cualquier información, comunicarse al número 3416740909.