"El oficial González esperaba el tiro por la espalda". Con esta frase, la vocera de la Unidad Regional III de Policía con asiento en Las Rosas, Lorena Blanco, se refirió al calvario que sufrió uno de los efectivos de la comisaría de Montes Oca, que fue reternido, tomado como rehén y liberado horas después entre Armstrong y Cañada de Gómez. .
Blanco ofreció ayer detalles del golpe comando perpetrado el martes en esa localidad, donde seis delincuentes tomaron la comisaría y asaltaron el club y la mutual en Montes de Oca, redujeron al personal policial, se llevaron a un efectivo como rehén y lo liberaron en la autopista Rosario-Córdoba. La funcionaria policial aseguró que su compañero manifestó que fue golpeado y pasó por momentos de extrema conmoción durante el encierro y el viaje, de aproximadamente 50 kilómetros.
"Lo soltaron encapuchado y con las manos atadas con un precinto, y le ordenaron que caminara. Fue cuando pensó que sobrevendría un disparo por la espalda", sostuvo Blanco, y narró que todo lo ocurrido "golpea de forma muy negativa en los vecinos y en la comunidad policial".
Doce armas. Ayer, bajo la supervisión de las fiscales Ana Graciela Tulián y Natalia Benvenutto, policías de Investigaciones (PDI) y de la UR III constataron que la banda sustrajo de la comisaría 4ª 12 armas, entre otros elementos. "Se llevaron un FAL con cargadores llenos, tres pistolas ametralladoras con la carga completa, cuatro pistolas 9 milímetros, cuatro escopetas calibre 12.70 con cartuchos con municiones de plomo y de goma y cuatro chalecos balísticos de uso policial exclusivo", especificó la funcionaria policial. Y señaló que por orden de las fiscales y del jefe de la PDI, Daniel Corbellini, se secuestraron las cajas fuertes vulneradas en la mutual del Club Montes de Oca y en la sede social de la entidad, entre otras diligencias.
Ardid. Según lo investigado hasta el momento, minutos después de la 1.15 del martes, dos efectivos que patrullaban Montes de Oca recibieron una alerta radial. La encargada de guardia les informó que momentos antes había recibido un llamado telefónico que advertía la presencia de un vehículo con personas sospechosas estacionado en el acceso a la localidad.
"Los agentes se dirigieron allí y encontraron el vehículo con el capot levantado y dos personas. Cuando los policías descendieron para entrevistar a los hombres, un tercer individuo descendió de la parte trasera y les dijo que habían venido a la localidad a visitar a una amiga. Actuaban a cara descubierta", precisó y agregó que "entonces, dos de ellos sacaron sus armas y le pidieron al personal policial que se tirara al piso".
A uno de los policías lo subieron al auto, un Renault Fluence, y al otro le pidieron que manejara el móvil. En la comisaría redujeron a la encargada de la guardia, la obligaron a llamar al gerente de la mutual para que concurriera a la entidad a apagar una alarma y luego les precintaron las manos. "Más tarde encerraron a los rehenes en un calabozo, donde había alojado un detenido. Y apresaron a una inspectora de tránsito y al conserje de la sede del Atletic Club Montes de Oca.
Luego del atraco se retiraron en el vehículo en el que habían llegado y se llevaron a González, liberado más tarde. Los otros quedaron en la comisaría hasta ser asistidos por un empleado de la mutual que, al escuchar la alarma, llamó a la comisaría por teléfono. Al no recibir respuesta se dirigió hasta allí y escuchó los pedidos de auxilio desde el calabozo. El gerente fue encontrado maniatado dentro de la mutual del club. "Los malvivientes se llevaron, además de las armas, los equipos de comunicaciones, handys, radios y teléfonos personales", resumió Blanco.