Después de una serie de marchas y contramarchas, la empresa metalmecánica casildense Marani canceló una parte de la deuda salarial que se había comprometido pagar al principio de esta semana para que los trabajadores levanten el paro que venían realizando y retomen las actividades.
Aunque se dilató más de lo esperado, al fin los obreros recibieron ayer el 50 por ciento de lo que le restaba abonar a la firma para completar los haberes de la primera quincena de noviembre y destrabar así el extenso conflicto que se extendió casi tres semanas.
Luego de transitar por jornadas de preocupación e incertidumbre se aquietaron las aguas, al tiempo que se abrió otra puerta para negociar desde ahora en un clima de menos tensión el pago de remuneraciones aún adeudadas.
Así fue establecido en la audiencia desarrollada el mediodía de ayer en la delegación casildense del Ministerio de Trabajo donde además de dejarse asentado el cumplimiento, aunque con alguna demora, de lo acordado el lunes pasado, las partes convinieron iniciar conversaciones para discutir la forma de pago del resto de las acreencias laborales.
En ese sentido, esta previsto para el próximo lunes, ya no en Casilda sino en la sede rosarina del organismo laboral, una nueva reunión a fin de intentar llegar a un entendimiento que permita evitar nuevos sobresaltos.
Al menos así lo explicó a LaCapital el tesorero de la seccional casildense de la Unión Obrero Metalúrgica (UOM), Javier Morinigo, para luego destacar la importancia que significa en este marco de crisis para el sector agroindustrial generar instancias de diálogo en busca de acuerdos con la vista puesta en la defensa de "la producción y el empleo".
Al igual que en Marani también ayer, aunque recién al filo del mediodía, se restablecieron las actividades productivas en las plantas fabriles que tiene en Casilda la empresa Industrias Agrícolas Rosario SA (Iarsa), la cual estuvo paralizada casi una semana en demanda del pago de salarios impagos.
La firma logró desactivar el conflicto laboral al satisfacer el pedido del personal de elevar de 4 mil a 5 mil pesos la oferta inicial de pago por empleado y que había sido rechazada por insuficiente.
De esta manera, Casilda superó una semana de conflictos laborales que además de tener como protagonistas a estos establecimiento metalúrgicos incluyó a la empresa Gherardi donde la medida de fuerza fue levantada a las pocas horas luego de que los obreros aceptaran, en un gesto de buena voluntad, cobrar sólo un porcentaje de la deuda salarial reclamada para volver al trabajo.
La reconocida firma de sembradoras y herramientas manuales de ferretería ayer además pagó otra parte de las remuneraciones atrasadas y entregó al gremio una suma de dinero en cheques para hacer frente a deudas correspondientes al servicio de farmacia que estuvo a punto de ser cortado a su personal por falta de pago.
"Haber solucionado los tres conflictos laborales con que iniciamos la semana no es más que un dato satisfactorio porque lamentablemente el panorama general para las empresas metalúrgicas de nuestra región sigue siendo complejo y el principal responsable es el gobierno nacional que en vez de cambiar su rumbo anda la andana de críticas avanza con políticas que no favorecen la industria nacional ni el trabajo", indicaron desde la UOM.