Tras décadas de pérdida de bosque nativo por la expansión de la frontera agropecuaria, Santa Fe busca revertir al menos en parte esa situación con la sanción de la llamada Ley del Arbol, un proyecto que propone un plan de reforestación tanto en campos privados como estatales con el objetivo de lograr en los próximos cinco años recuperar al menos un 5 por ciento de la flora original.
Según destacaron desde el gobierno provincial se trata de una iniciativa clave en el contexto de las inundaciones que de forma recurrente golpean suelo provincial: "Algo hicimos mal, porque si bien es cierto que el clima cambió, también es cierto que la deforestación tiene consecuencias", dijo César Mackler, el secretario de Medio Ambiente de Santa Fe.
El proyecto de ley —que ya fue girado a la Legislatura y que —esperan— tendrá sanción antes de final de año) fue presentado por el gobernador Miguel Lifschitz en el Museo Gallardo en un acto durante el cual el jefe del Ejecutivo afirmó que la iniciativa significa "un antes y un después" en el desarrollo territorial regional.
El anteproyecto tuvo la particularidad de ser ampliamente debatido por expertos de la UNR y de la UNL, y también contó con un foro virtual del cual participaron más de 2 mil personas: "Se trata de una verdadera construcción colectiva", subrayó el gobernador.
La ley propone declarar de interés público la promoción y conservación del arbolado y define al árbol como un "bien jurídico tutelado". También impulsa la forestación gradual en ámbitos públicos y privados; establece un censo provincial de arbolado, un registro de "árboles distinguidos", y promueve crear una red de viveros forestales para asegurar la provisión de ejemplares.
Otro modelo
Claudia Alzugaray, de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, fue una de las expertas convocadas para trabajar en el anteproyecto. "El árbol no es sólo un árbol, es un ecosistema formado durante millones de años que cuenta con aves, plantas, hongos e insectos, es algo extraordinario y un ejemplo inmejorable de simbiosis cooperativa", dijo durante la presentación en el Gallardo.
La docente recordó los estragos ambientales del modelo agrícola preponderante en esta región al afirmar que es hora de "cambiar la forma de producir", que tal como está es "muy agresiva" con el ambiente y también con la salud humana.
En el mismo sentido avanzó Mackler, para quien la buena recepción del proyecto por parte de las entidades agropecuarias de la zona no hubiera sido tan clara hace 15 años: "Hicimos cosas mal, porque el año pasado y este tuvimos la provincia bajo el agua y si bien hay un cambio climático, también es verdad que hay una mayor vulnerabilidad y todos somos responsables".
El funcionario destacó que uno de esos puntos es la gran deforestación padecida durante el siglo XX, cuando se perdió el 70 por ciento de la masa boscosa santafesina. "El árbol es una máquina biológica insustituible que sirve para prevenir inundaciones, algo que las propias entidades agropecuarias ahora lo terminan entendiendo".