La madre de Mariela Natalí, la mujer sanlorencina que había desaparecido en Capilla del Monte, reconoció ayer el cuerpo de su hija, y horas después, el fiscal a cargo de la investigación, Raúl Ramírez, confirmó que, según los resultados de la autopsia, la mujer murió por una asfixia por sumersión.
La mamá de Mariela ingresó pasadas las 13 de ayer a la morgue judicial de la ciudad de Córdoba, adonde había sido trasladado el cuerpo de Mariela desde el dique Los Alazanes, en Capilla del Monte, donde fue hallado el martes luego de dos semanas de intensa búsqueda. Se esperaba que a la salida, la mujer de 71 años tuviera contacto con la prensa, pero se decidió su retiro por otro sector.
No obstante, allegados a la víctima revelaron a La Capital que la madre pudo identificar el cuerpo de su hija, algo que se descontaba teniendo en cuenta los numerosos indicios que hacían presumir que se trataba de la misma persona.
Pasadas las 14, el fiscal Ramírez informó que “hace pocos minutos comenzó la autopsia del cuerpo” en la morgue de la ciudad de Córdoba. Ramírez advirtió que igualmente habrá que esperar, ya que “deben realizarle hisopados y otros chequeos que demoran”.
Sin embargo, el funcionario judicial afirmó que “hay indicios” de que se trata de la mujer buscada por las características de la ropa que llevaba y las pertenencias encontradas en el lugar donde fue hallado el cuerpo, que eran todas de ella.
Horas después, el funcionario informó que los familiares participaron del procedimiento de reconocimiento en la autopsia y su madre confirmó que se trataba del cuerpo de su Mariela. Ramírez agregó que la mujer murió sin signos de violencia de terceros. “Se trataría de una muerte natural”, dijo a medios locales.
La autopsia, cuyos resultados preliminares se conocieron la tarde de ayer, determinó que la mujer murió ahogada, más precisamente por una asfixia por sumersión.
Los investigadores habían encontrado en el lugar donde estaba el cuerpo un termo, un mate y el celular de Mariela, mientras que la vestimenta que llevaba puesta coincidía con la que la cámara de seguridad captó el mismo martes 4 de febrero, día de su desaparición.
El hallazgo
El cuerpo de Mariela fue hallado el martes de esta semana en medio de un espectacular operativo sin precedentes en el valle de Punilla (afirman que de toda Córdoba), en el que participaron bomberos, policías, baqueanos y colaboradores, con la asistencia de un helicóptero, drones, perros de rastreo y hasta buzos tácticos. Fueron dos semanas de búsqueda frenética.
Héctor Vélez, oficial a cargo del procedimiento, destacó que se trató de un procedimiento “espectacular” que contó con la participación, en total, de 600 personas. El cuerpo fue detectado por un dron. El director de Defensa Civil de Córdoba, Diego Concha, precisó que el hallazgo estuvo a cargo del “Grupo 2, destinado a hacer ese sendero hacia el Dique: desde el punto cero hasta donde fue encontrado el cuerpo, son cinco kilómetros, es una zona agreste de difícil acceso, estaba en un río de 30 a 40 centímetros”, afirmó al la prensa cordobesa.
Hasta el reconocimiento y el resultado de la autopsia, se habían tejido numerosas hipótesis. A la presunción de que la mujer podía haber sido víctima de un secuestro, se sumó luego del hallazgo la teoría de que podía haber sido mordida por una víbora y que fallecido en espera de auxilio, en un lugar donde no hay señales de celulares. Finalmente, esa hipótesis se descartó y se confirmó la muerte por asfixia. El cuerpo de Mariela estaba semisumergido en el agua.
La incógnita que queda en el aire y que quizás nunca se devele fue cómo y por qué la mujer de 44 años llegó a ese lugar, tan distante y tan inhóspito, siendo que su destino era el balneario La Toma, en Capilla del Monte.
Camino a ese lugar de esparcimiento fue que una cámara de seguridad la captó pasado el mediodía del 4 de febrero, en un lugar con una importante afluencia de vehículos. Vestía una musculosa negra, pantalón capri negro, zapatillas negras y llevaba una mochila del mismo color.
Una conocida contó que se la había cruzado en el camino y que quedaron en encontrarse más tarde. Luego, no se supo más nada de ella, y fueron infructuosas las llamadas a su celular, que no respondió a pesar de que sonó hasta las 16 del día de su desaparición.
El caso de Mariela sacudió a la ciudad de San Lorenzo, cuyas autoridades mandaron representantes a Capilla del Monte, y hasta viajó Juan Nóbile, del Equipo Argentino de Antropología Forense