La Justicia ordenó al Iapos proveer de un implante neuroestimulador a una mujer de Empalme Villa Constitución para paliar los graves dolores crónicos que padece y la obligan a vivir prácticamente dopada todo el tiempo. Las reiteradas negativas de la obra social estatal obligó a que la paciente recurriera a la Justicia, que le otorgó un recurso de amparo.
Norma tiene 50 años y fue enfermera en el Samco de Villa Constitución, pero desde hace varios años está jubilada por incapacidad, e incluso tiene un certificado de esta situación expedido por la provincia.
Juan Gabriel Soriano es el abogado que llevó el caso. En diálogo con LaCapital, explicó que Norma "tuvo tres operaciones de columna que le dejaron lo que conoce como síndrome de espalda fallida, lo que le ocasiona un dolor permanente insoportable", ante lo cual "el neurólogo que la trata le prescribió un neuroestimulador, que es un dispositivo que se implanta en la zona del dolor y hace que al cerebro no le lleguen las señales de dolor de la zona". Este dispositivo y tratamiento podría tener un costo en torno al millón de pesos.
Añadió que "esta es la última alternativa para paliar el dolor porque actualmente está tratada con una medicación analgésica cada vez más potente y morfina, lo que le ocasiona estar en un estado casi no vigil, dopada, fuera de toda vida social, incluso el certificado de incapacidad dice que tiene que andar con acompañante".
El letrado dijo que "las conversaciones informales y denegatorias, por mostrador y telefónicas, empezaron en diciembre de 2014, el reclamo formal es de abril del año pasado y el amparo lo presentamos en marzo de este año". El tratamiento, además, fue avalado por el instituto Fleni, de Buenos Aires, cuya interconsulta fue solicitada por el propio Iapos, que igual luego no fue tenido en cuenta por la obra social".
Soriano se quejó también de que "el Iapos incluso argumentó que el tratamiento era meramente paliativo y no curativo, y hasta sugirió que podría existir un interés económico del médico tratante que había indicado la implantación del aparato".
El 9 de septiembre pasado, la jueza Griselda Ferrari, titular del Juzgado en lo Civil Nº 2 de Villa Constitución, ordenó que el Iapos deberá proveer un neuroestimulador y cubrir los costos de implantación.
"La amparista ha demostrado que padece una enfermedad que pone en jaque continuo su calidad de vida. Lleva ya ocho años de padecimiento intermitente, habiendo sido sometida a diversas intervenciones quirúrgicas que no han sido suficientes para conjurar el dolor constante que tiene instalado. El dolor, instalado con vocación de permanencia, no da posibilidad de perder tiempo, ya que en la espera transcurre amargamente la vida del paciente, quitándole la posibilidad de vivirla en forma plena", expresa en sus considerandos el fallo.
En ese sentido, el abogado de Norma resaltó que "la jueza hizo hincapié en la calidad de vida porque esto no es curativo es paliativo", y recalcó que "hay un párrafo que dice que «el dolor con vocación de permanencia» no deja lugar a ninguna espera". El fallo no establece plazos pero el letrado enfatizó que "el amparo es de cumplimiento inmediato, y si vemos que esto empieza otro circuito burocrático vamos a pedir que fije un plazo y se le aplique multa por demora".
Tras el fallo, "se estaría ya comenzando a armar el expediente en Iapos para cumplir la sentencia", dijo optimista el abogado.