La empresa Molinos Juan Semino fue fundada en 1865 y comenzó a funcionar en Rosario. Diez años después, un productor galés construyó en Carcarañá un molino con una central hidromecánica para mover las poleas que movían las muelas del triturado.
La empresa Molinos Juan Semino fue fundada en 1865 y comenzó a funcionar en Rosario. Diez años después, un productor galés construyó en Carcarañá un molino con una central hidromecánica para mover las poleas que movían las muelas del triturado.
En 1908 ese molino se remató y fue comprado por la empresa Semino, que adquirió así las instalaciones a la vera del río Carcarañá.
Al cumplir su centenario, Molinos Juan Semino decidió trasladarse definitivamente a esa ciudad, donde se convirtió con los años en uno de los cinco molinos con mayor volumen de exportación del país y el único productor y exportador de almidones, dextrinas y gluten de trigo de América latina.
Mucho antes, en 1921, la presa se había reformulado y construido el sistema de transferencia de peces. En el 95, se transformó la central hidromecánica en hidroeléctrica, con una capacidad de un gigavatio mensual.
En marzo del año pasado, el Ministerio de Medio Ambiente de la provincia citó a los directivos para hablar sobre el futuro de la central, y solicitó informes sobre su sustentabilidad, que fueron rechazados en octubre de este años mediante resolución 352 de esa cartera, la que hoy la firma cuestiona.
Molinos Juan Semino emplea a 150 operarios en forma directa y es, a decir de sus responsables, "una de las fuentes de trabajo más importantes de Carcarañá y alrededores".