El ya dilatado conflicto que se genera en los accesos a los puertos de la región, con congestión de camiones y reiterados reclamos de las poblaciones, tendrá ahora un nuevo capítulo. La Defensoría del Pueblo de Santa Fe (organismo al que habían llegado las peticiones) convocó a vecinos e instituciones de Villa La Ribera, así como de localidades vecinas, a una " mesa de diálogo". El objetivo, dicen, es conocer la problemática del tránsito en las rutas y caminos que llevan a las terminales portuarias. La reunión está pactada para el viernes (24 de septiembre) a las 11.30, en el puente Giardino, desvío de la ruta provincial 91. Los vecinos ven este llamado con buenos ojos, pese a que siempre está el recelo de que sea "más de lo mismo", pero están dispuestos a asistir siempre que se los escuche.
"En el marco de la tramitación del expediente ROS-21/3644, por el cual vecinos solicitan la intervención de la Defensoría del Pueblo debido a la problemática generada por la circulación de camiones en las rutas provinciales cercanas a la localidad de Villa La Rivera, lo invitamos a compartir una mesa de diálogo para conocer la situación actual y encontrar mecanismos para facilitar la seguridad ciudadana", dice formalmente la convocatoria. Y agrega: "Con la convicción de su compromiso con la comunidad y agradeciendo la labor que lleva adelante, esperamos contar con su valioso aporte".
De esta manera, el organismo responde a un viejo reclamo que arrancó ya hace 15 años, pero que ahora se actualiza. Es que la situación no es nueva, y viene repitiéndose año tras año, con cada cosecha gruesa que en cada temporada se extiende por más tiempo. Pero tal como lo publicó La Capital el miércoles 28 de abril de 2021, los vecinos de Villa La Ribera estallaron frente a una realidad desesperante que, si bien es común a la mayoría de las localidades del Cordón Industrial y Portuario, impacta especialmente en esta urbe ubicada a 43 kilómetros de Rosario, de unos 500 habitantes (700 si le considera la zona periurbana y rural).
Villa La Ribera no es ni un municipio ni una comuna, sino un poblado, que depende jurisdiccionalmente de Pueblo Andino y de Oliveros, según el sector. Pero cada vez adquiere más preponderancia institucional propia, porque sus habitantes viven una misma realidad, de uno y otro lado de la ruta 91. Y por eso los reclamos surgieron de allí.
Es que los 15 mil camiones que en épocas de más ingresos, entran diariamente a las cinco terminales portuarias de la zona confluyen desde distintas carreteras nacionales y provinciales en la ruta N° 91, que atraviesa el pueblo.
La consecuencia, como ya se marcó en reiteradas ocasiones, es caótica: los vehículos de gran porte se amontonan y hasta invaden la cinta asfáltica, los autos tienen que avanzar sobre las banquinas, las ambulancias, los bomberos y la policía tienen dificultades para el ingreso y la salida de la localidad, y el peligro de accidentes, incluso fatales, es constante.
Ya en en marzo de 2017 los vecinos cortaron el tránsito en la ruta provincial 91 en pedido de justicia y mayor control en la zona. Y lo hicieron en el lugar exacto donde se produjo el trágico accidente en el que perdieron la vida dos niños. Pero el conflicto y los reclamos siguieron. El 8 de mayo de este año, después de que La Capital se hiciera eco de sus reclamos, se lanzaron a las rutas a protestar.
Luego, en julio, decidieron institucionalizar sus reclamos. Lo hicieron ante las defensorías del Pueblo de la provincia y de la Nación. Ya lo habían hecho, quizás con menos expectativas pero con más ahínco, cuando se dirigieron al mismísimo presidente de la Nación, Alberto Fernández, en una nota rubricada con casi 2 mil firmas.
Ahora, la Defensoría del Pueblo actúa. Hizo una convocatoria a una mesa de diálogo, quiere escuchar a los interlocutores. Al encuentro irá personal del área legal. Los vecinos están expectantes, quieren ver qué paso adelante se puede dar a partir de esta nueva instancia. Pero están convencidos de que todavía les queda mucho por andar.
Importante, el encuentro no se pospone ni se cancela por ningún motivo. En caso de lluvia, la reunión se realizará en el Salón del Jardín Maternal de Timbúes.