El acuerdo sellado días atrás entre la fábrica Vassalli Fabril y un grupo inversor para oxigenar a la empresa y posibilitar su reactivación de cara a futuro, tal como dio cuenta días atrás La Capital, ya fue ratificado y comenzará a regir desde enero cuando la planta ponga en marcha una nueva etapa productiva que garantizará la continuidad laboral de sus 300 trabajadores.
El convenio que se cerró y cuya vigencia es por dos años ya cuenta con el visto bueno de la Justicia, puesto que la firma se encuentra en concurso de acreedores, y del Ministerio de Trabajo, donde ayer fue homologado con el consentimiento del gremio metalúrgico y representantes de la emblemática fábrica de cosechadoras, establecida en Firmat.
El apuntalamiento de Vassalli para sostener su funcionamiento con la vista puesta en su crecimiento llegó de la mano de un fondo común de inversiones encabezado por capitales nacionales, lo que posibilitará inyectar el flujo de recursos suficientes para hacer frente a la compra de insumos destinados a la fabricación de maquinarias y el pago de salarios, entre otras obligaciones.
Si bien lo acordado no modifica el esquema accionario, cuya paquete mayoritario está en manos de la nieta del fundador de la empresa, Mariana Vassalli, allanará el camino para que las riendas de la fábrica sean tomadas por el grupo inversor bajo la figura conocida como “fason”, lo que significa manufacturar o producir por mandato de un tercero hasta que venza el acuerdo que, en este caso, abre la posibilidad de ser renovado una vez expirado los 24 meses de vigencia.
El grupo identificado como Financiamiento Estratégico SA se comprometió a no despedir personal y pagar seis horas diarias de trabajo aunque las jornadas serán de cuatro, además de hacer frente durante el 2020 al pago en cuotas del 50 por ciento de deudas salariales posconcursales y la otra mitad durante 2021.
“Es un acuerdo tranquilizador ya que asegura la continuidad de los fuentes de trabajo y abre expectativas futuras”, dijo ayer a este diario el abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Pablo Cerra, al culminar el encuentro en la delegación rosarina del organismo laboral donde se procedió a avalar el mismo con la presencia de representantes gremiales y de la empresa.
Por su parte el delegado de la seccional firmatense de la UOM, Diego Romero, destacó la importancia de lo convenido ya que “asegura la continuidad de los 300 puestos de trabajo en la empresa y ayuda a tener buenas expectativas hacia adelante”.
En esa misma línea puntualizó que la idea es arrancar para dejar en condiciones la planta entre enero y febrero y después hacer una suerte de “reinauguración”, donde no se descarta la presencia del presidente, Alberto Fernández, entre otras autoridades nacionales y provinciales.
El gremialista se mostró satisfecho por lo logrado, más aún teniendo en cuenta la difícil situación que viene atravesando la empresa desde hace tiempo, al punto que puso en riesgo su continuidad.
“Hace un año atrás —recordó Romero— estábamos en la planta pasando Navidad en medio de un conflicto y hoy se abre esta posibilidad que genera alivio y esperanzas entre los trabajadores. Tenemos confianza y esperemos que esta gente cumpla con su palabra para sacar adelante la empresa, preservando y generando más trabajo, lo que es fundamental para toda la economía de Firmat”. Asimismo indicó que “si bien el primer año las jornadas de trabajo serán de cuatro horas aunque pagarán seis, tenemos expectativas en que haya ventas y crecimiento para volver a los ocho horas diarias”.
Lo acordado fue el resultado de meses de negociaciones entre diferentes actores que fueron vitales para el salvataje y sustentabilidad de la empresa con perspectivas de repunte.