“El personal de salud está cansadísimo. Están muy agotados por los niveles de tensión que no aflojan”, dijo el delegado de Salud de la Subregión San Martín, Diego Brigalia y se quejó: “Este es un virus que hace estragos. No hay forma de atajarlo ni de frenarlo y entonces resulta muy feo tener que convivir con la muerte hora a hora. Si bien están preparados para eso llega un momento en el que se agotan y sienten una profunda sensación de frustración”.
Dijo que “es muy triste ver que hacen todo lo posible, sin parar y con un esfuerzo increíble y no llegan a cumplir con el objetivo de salvarle la vida al paciente”, contó y precisó que “para colmo hay mucha tensión con la gente. Pasamos de los aplausos al reclamo permanente”.
“Esto no para en las 24 horas. Se llenaron las camas de terapia intensiva que dispone la región -seis en San Jorge y cuatro en El Trébol- y se llama sobre la marcha para buscar lugares para las derivaciones”, dijo el coordinador y reveló que en la región aún quedan algunas camas pero no se sabe hasta qué momento habrá disponibilidad.
“Estamos lejos de tener que elegir a quien curar, pero no sabemos hasta cuándo”, advirtió y contó que como recurso durante estos días llevan adelante un seguimiento más exhaustivo de los pacientes que están en sus domicilios. “Estamos desarrollando un trabajo integral para tratar de que los pacientes no lleguen a la internación y menos a la terapia”, contó.
El funcionario destacó que pese a que en el país esta semana se batieron récords de contagios ese índice no impactó en la zona, e incluso, disminuyeron los números en algunas localidades. “Sin embargo hay que tener en cuenta que eso es dinámico. Hoy baja y quizás mañana nos encontremos nuevamente con muchos casos”, precisó y añadió que “el sistema está en alerta por la llegada del frío”, que se anuncia para la próxima semana.
Respecto a las personas en terapia observó que hubo una baja muy significativa en el rango etario. “En El Trébol hay un paciente de 28 años. Y también tenemos de 30, 40 y 50. No hay más adultos mayores porque entendemos que la vacunación ayudó mucho. No quiere decir que no se contagien los adultos mayores, pero cursan la enfermedad en sala general o directamente en el domicilio y ya no requieren de terapia”.
Para Brigalia, “mucho de lo que suceda hacia adelante dependerá exclusivamente de la responsabilidad personal. Las autoridades pueden tomar medidas cada vez más estrictas, pero a la vez, vemos que hay gente que a pesar de todo lo que está ocurriendo circula sin barbijos, comparten mate y organizan encuentros”.
Por último, llamó nuevamente a la toma de conciencia particular y repitió que “hay que ser consciente respecto a las normas básicas de cuidado. Piensen que no hay forma de ampliar los pabellones de terapia intensiva porque no hay personal idóneo para manejar esas camas. Entonces, la mejor manera de evitar situaciones muy tristes es disminuyendo la posibilidad de enfermarnos”.