Una niña de seis años que había caído el domingo a las aguas del río Salado, en la localidad de en Santo Tomé, fue hallada ayer sin vida luego de una intensa búsqueda.
Una niña de seis años que había caído el domingo a las aguas del río Salado, en la localidad de en Santo Tomé, fue hallada ayer sin vida luego de una intensa búsqueda.
El incidente se había registrado el domingo a las 19 en inmediaciones de calles 2 y 8 de barrio Costa Azul, en Santo Tomé, ciudad ubicada a cuatro kilómetros de la capital provincial y a 167 de Rosario. Allí, Karen Fernández, de seis años, estaba pescando cuando cayó al agua y no se la vio más.
La primera persona en advertir lo que había sucedido fue un hermanito de la niña, quien comenzó a gritar para contarle al resto de la familia lo que había ocurrido. Martín, el papá de Karen habló con el personal policial y manifestó que inmediatamente se arrojó al agua con la intención de salvar a su hija, pero que no logró encontrarla.
El chico contó que la nena "estaba en la orilla pescando mojarritas, cuando de golpe desapareció: de un momento al otro se la tragó el agua".
De la búsqueda en Costa Azul, donde el río alcanza los 8 metros de profuncidad, participaron Prefectura, la Policía de Investigaciones, buzos tácticos y personal de la Cruz Roja.
"Estábamos todos fuera de casa cuando mi hijo, de seis años, nos avisa que se cayó al agua. Salimos a buscarla, pero ya no estaba", relató la tía de la menor. La búsqueda incluyó además que el padre de la niña se arroje al agua pero sin resultados positivos.
Los trabajos de búsqueda se reanudaron este lunes de la mano de personal de Prefectura, que inspeccionó la zona del río Salado donde la nena cayó al agua. Y ese día, alrededor de las 19.30 un puestero dio aviso del hallazgo de un cuerpo en aguas del Salado, a la altura de la nueva toma de agua en Desvío Arijón. Era Karen, horas después, por la noche, su papá reconoció el cuerpo.
La investigación de la causa está a cargo del fiscal Jorge Nessier.
Cierran playas
Mientras tanto, y a través de la resolución Nº 01/2019, la intendente de Santo Tomé, Daniela Qüesta, dispuso suspender transitoriamente la habilitación del balneario municipal Brigadier Estanislao López.
La medida, de carácter preventivo, se fundamenta en la notable crecida que viene registrando el río Salado y está orientada a resguardar la seguridad de las personas. El nivel del agua se encuentra cercano a las columnas de alumbrado público, acarreando un serio riesgo. Asimismo, se ha comenzado a detectar la presencia de roedores y reptiles en el lugar.
Desde el municipio santotomesino informaron que la inhabilitación del balneario se extenderá hasta que cesen las causas referidas, que también afectan al río Paraná, en cuya margen derecha desemboca el Salado cerca de la capital provincial.