Se conoció el informe final sobre el sorprendente fenómeno ocurrido durante los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre de 2020: la mortandad de peces en el río Salado. Y lo más preocupante es que se confirmaron la presencia de herbicidas e insecticidas.
No obstante, hay que tener en cuenta que tanto la bajante del curos de agua como las condiciones climáticas extremas del verano, sobre todo las altas temperaturas, provocan un déficit de oxígeno que resulta fatal para los recursos ictícolas.
Varias semanas después de lo sucedido se dieron a conocer los resultados preliminares, elaborados por el laboratorio del Instituto Nacional de Limnología (Inali), que depende de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), sobre las muestras de agua obtenidas en tres sectores (bajo el puente de la Ruta 70, aguas arriba y aguas abajo del puente Carretero).
Tras analizar la relación de la DBO (Demanda Biológica de Oxígeno) y la DQO (Demanda Química de Oxígeno) determinaron que en el agua había presencia de vertidos domésticos, bosta de ganado y productos alimenticios. "Esto es un indicativo, no es la causante de la mortandad", había señalado Luis Espínola, doctor en Ciencias Ambientales, investigador adjunto del Conicet (Inali-UNL).
Pero faltaba conocerse el informe del laboratorio de ecotoxicología, dependiente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL), que fue solicitado en la investigación que se tramita ante los fiscales extrapenales dependientes del Ministerio Público de la Procuración General de la Corte Suprema.
Luego de analizar las muestras, los resultados confirmaron lo que se sospechaba: la presencia de herbicidas e insecticidas en los peces muertos. Para la investigación se tomaron como pruebas el agua del río, sedimento del lecho y peces moribundos. Las muestras se obtuvieron en presencia de los expertos de las instituciones y funcionarios de la Procuración General, según publicó el portal Sinmordaza.com.
Los datos del informe
El estudio confirmó que los niveles de oxígeno en agua eran muy bajos y debajo de lo límites aceptables para la biota acuática y para uso recreativo. Las mayores temperaturas se asocian a la disminución de la solubilidad del oxígeno disuelto y esto explica, en parte, las bajas concentraciones de oxígeno disuelto en ambos puntos periciados.
No obstante, ambos parámetros deben interpretarse con cautela debido a que las muestras de agua fueron tomadas luego de precipitaciones mayores a 58 milímetros durante la tarde y noche del día anterior, 3 de diciembre de 2020.
El segundo informe fue elaborado por el doctor Rafael C. Lajmanovich (investigador principal del Conicet y profesor de la cátedra ecotoxicología); la doctora Paola M. Peltzer (investigadora independiente Conicet), y el doctor Maximiliano A. Attademo (investigador independiente del Conicet).
Mortandad de peces qué demostraron los análisis sobre el río.mp4
Dicho informe, con el que ahora cuenta la Fiscalía Extrapenal del Distrito Judicial con asiento en la localidad de Esperanza, contiene muestras sobre la base del relevamiento de dos sitios de análisis en la margen este del río Salado. Allí se obtuvieron muestras de sedimento, agua y tejidos de peces.
En los puntos de muestras se encuentra una sinergia entre contaminantes de origen inorgánico y orgánico. Al análisis de plaguicidas que surgen del muestreo realizado, en los puntos de referencia, se destacó que los mismos se encuentran inmersos en una cuenca con una matriz de producción agrícola intensa. Tanto en los sedimentos (en márgenes del río) como en las vísceras analizadas de las especies ictícolas (principalmente sábalos y moncholos) se encontraron plaguicidas del tipo "herbicida glifosato".
Los valores hallados se encuentran en relación con los registrados por diversos investigadores en otras cuencas agrícolas argentinas que tiene que ver con la historia de los suelos que, luego de las lluvias, drenan hacia cuerpos de agua cercanos (arroyos, ríos, tributarios, lagunas) o por escorrentía, movilizando materiales.
Variedad de químicos
En cuanto a los análisis realizados en los tejidos de los peces recolectados se detectaron residuos de plaguicidas. "En branquias e hígado de prochilodus lineatus (sábalo) en el sitio 1 se encontró el herbicida 2,4-D en una concentración de 20 (± 10) ug/kg y el insecticida organofosforado".
A su vez, los especialistas en ecotoxicología indicaron que "el glifosato y la atrazina son los agroquímicos más empleado en el país. Se utiliza principalmente en la fase previa a la siembra de soja y maíz transgénicos. Además, el 2,4-D, por su efectos tóxicos y genotóxicos en peces, se puede clasificar como una sustancia muy nociva para los organismos acuáticos".
También se detectaron en branquias e hígado de la especie estudiada residuos de un potente insecticida organfosforado (OP). "El clorpirifos es el insecticida neurotóxico de amplio espectro más utilizado en Argentina (principalmente en cultivos de soja, maíz, trigo y girasol) para controlar plagas de insectos".
Se solicita un control exhaustivo
Si bien el informe no encontró que estos herbicidas e insecticidas hayan sido la causa determinante de la mortandad de peces, se debe tener en cuenta que en condiciones extremas como las que ocurrieron durante las mortandades masivas de 2020 no puede descartarse que estos químicos estén afectando la supervivencia de peces.
Desde la Procuración recomendaron "un monitoreo más exhaustivo y con continuidad espacio-temporal sobre la presencia de desechos agrícolas (agroquímicos y fertilizantes) tanto en agua, sedimento y tejidos de peces a lo largo de la cuenca del río Salado.
Las condiciones del verano
Así y todo, la muerte de peces en el río Salado se debe también a causas estacionales y, sobre todo, al "déficit de oxígeno" que genera el aumento de la temperatura ambiente durante la temporada estival y a la bajante del curso de agua.
El pasado diciembre la Subsecretaría de Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático informó que "este fenómeno de mortandad en la cuenca del Salado inferior, cuando entra a la provincia de Santa Fe, se verifica en distintos puntos del curso".
"La principal hipótesis que manejamos con los biólogos, es que se trata de un fenómeno natural por la bajante pronunciada histórica y extraordinaria, sumado a la poca lluvia y el calor", dijo Gaspar Borra, subsecretario del área.
De todas formas, aclaró que desde la cartera de Ambiente y Cambio Climático se están realizando "numerosos estudios de peces y del agua para confirmar o descartar factores antrópicos, es decir, ocasionados por el hombre".