El miércoles, tal como sucediera el sábado pasado, personal comunal de Timbúes irrumpió en la iglesia evangélica Comunidad Redentor mientras estaba realizándose una reunión de la que participaban 15 personas.
Una vez más, como pasó el sábado, desde la comuna no dejaron que se realice una jornada de oración de la Comunidad Redentor.
El miércoles, tal como sucediera el sábado pasado, personal comunal de Timbúes irrumpió en la iglesia evangélica Comunidad Redentor mientras estaba realizándose una reunión de la que participaban 15 personas.
Según explicó el pastor Edwin Jenkins, las autoridades le manifestaron que durante la cuarentena, y por decisión del presidente comunal, no se permiten las reuniones religiosas en esta localidad.
El pastor remarcó que su iglesia viene realizando normalmente dos encuentros semanales amparándose en el Decreto Provincial dispuesto por el gobernador Omar Perotti, en el que se permiten los cultos religiosos con un máximo de 30 personas.
Y relató que ayer cuando estaban reunidos, siempre respetando los protocolos, entró un hombre que dijo ser coordinador de la comuna y les pidió a los fieles que se retiraran.
“Le pedí salir para poder dialogar, y ya en el exterior personal de la guardia urbana y policías que estaban haciendo adicionales para la comuna me presentaron una ordenanza que supuestamente anula el decreto provincial”, relató Jenkins, quien no recibió los papeles alegando que en ese momento no podía ponerse a leer la extensa documentación.
>> Leer más: Denuncian que Timbúes impidió una reunión evangélica pese a que es una actividad permitida
Los fieles terminaron su culto y al salir, por orden del coordinador comunal, debieron entregar su documento de identidad, cuyos datos fueron registrados por los agentes. En tanto, “a quienes estaban filmando el procedimiento, le pidieron también los papeles de sus autos”. agregó el pastor.
Luego del incidente del sábado, el líder de la congregación presentó este lunes una nota de reclamo en mesa de entrada de la Comuna y, según le explicó la recepcionista, la misma se encuentra cerrada por sospecha de Covid-19, pero hasta el momento no llegaron.
El pastor aclaró que consultaron al fiscal de turno si había alguna orden judicial en curso y “nos respondió que él no ordenó allanamiento ni mucho menos requisas de tipo privado”. Además, aseguró que el próximo sábado volverán a reunirse para orar.
Por su parte, el secretario de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Comuna de Timbúes, Alfredo Olivera, emitió un comunicado en el que resalta que “ante la infundada intimidación por parte de personal de la Guardia Urbana, aclaro que en esta localidad las reuniones de todos los cultos religiosos por igual no están permitidas dentro de las facultades de regulación del distanciamientos social obligatorio que se encuentra vigente desde el mes de marzo de 2020 a través del DNU 220/20 y demás disposiciones complementarias”.