El empleado municipal de Totoras que fue detenido esta semana por denuncias contra la integridad sexual de varias mujeres fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual simple, por lo menos a ocho víctimas, aunque no se descarta que puedan sucederse más denuncias.
El hombre, identificado como Roberto M., de 61 años, quedó en prisión preventiva por el término 90 días, que deberá cumplir en forma efectiva.
La imputación le fue dictada por la fiscal Gabriela Lescano, de Cañada de Gómez. Entre las víctimas, habría una mujer discapacitada y menores de edad. Las pruebas recabadas tienen que ver con profesionales de distintos efectores oficiales, copia de la causa del juzgado de familia, resoluciones del juez de paz de la ciudad de Totoras, informes médicos, test de Rorschach, e informes de psicólogos que intervinieron con las distintas víctimas.
El hombre quedó alojado en la Alcaidía de Cañada de Gómez. En caso de que todos los elementos y pruebas concluyan, se realizará la presentación de la acusación con el pedido de pena.
Tal como lo publicó LaCapital en su edición del jueves, el hombre, que se desempeña desde hace diez años en el sector de maestranza de la Municipalidad de Totoras, fue detenido en esa ciudad por la Policía de Investigaciones, acusado de haber abusado sexualmente de varias menores de edad. Las denuncias, incluso públicas, formuladas contra Roberto M. datan de julio de 2017, pero el hombre no había sido detenido ni imputado. Y es más, ante un escrache público que se hizo en Totoras, el mismo hizo una presentación en sede policial porque su rostro aparecía en carteles pegados en la localidad.
Es que el 25 de julio de 2017, Totoras amaneció convulsionada con una pegatina de carteles con la imagen del hombre, a quien denunciaban por presuntos abusos. Los afiches contenían no sólo mensajes acusatorios contra la persona, sino también su foto. El hombre se declaraba inocente y por mucho tiempo no pesó sobre él ninguna imputación. "La justicia está dejando a un abusador suelto en su barrio"; "Cuidado, abusador suelto", decían los mensajes pegados por aquél entonces.
El empleado siguió trabajando ya que el municipio no tenía "facultad legal de iniciar sumario administrativo hasta tanto se resuelva su situación procesal, lo cual no significa que se niegue u oculte información a la autoridad judicial interviniente, con la cual el servicio social municipal está en permanente contacto como también le ha brindado contención y acompañamiento a quien ha denunciado".
Sin embargo, y tras el arresto de Roberto M., la Municipalidad anunció esta semana que se iniciaría "el sumario correspondiente y se acompañarán las determinaciones del Ministerio Público de la Acusación". Y aclaró que "ante la privación de la libertad de un agente municipal por hechos ajenos al servicio, el mismo es suspendido preventivamente sin goce de haberes, según dispone el Estatuto del Personal".