El Sanatorio Firmat suspendió ayer las prestaciones médicas brindadas a unos 12.000 afiliados de Pami en la ciudad y la zona al no poder cobrar una deuda millonaria (40 millones de pesos) que reclama desde agosto del año pasado y que le imposibilita seguir sosteniendo la prestación de los servicios, justamente en el marco de la emergencia sanitaria para prevenir el coronavirus.
La decisión genera preocupación, especialmente por el riesgo que significa para los jubilados no tener garantizada la cobertura médica en el actual contexto de crisis, en el que resulta indispensable el funcionamiento del sistema para hacer frente a la pandemia.
“Esta situación nos ubica al borde de ser inviables como institución”, sentenció el director del sanatorio, Guillermo Torres.
En el mismo sentido se pronunció el subsecretario de gestión del Ministerio de Salud de Santa Fe y vecino de Firmat, Ramiro Huber, en diálogo con el noticiero local de Televisión Digital Codificada: “Esto nos pone en una situación muy compleja en estos momentos en el que nos estamos acercando a achatar la curva del coronavirus”, dijo para enseguida confiar que se comunicará con el ministro provincial de Salud, Carlos Parola, para “recibir instrucciones”.
De no destrabarse el conflicto, los jubilados firmatenses y de la zona tendrán que recurrir al hospital local para recibir atención médica, o depender de otras alternativas que ofrezca el Pami.
Una problemática similar sucedió en julio de 2017, cuando la obra social decidió rescindirle el contrato al mismo sanatorio, lo que desembocó, como dio cuenta oportunamente La Capital, en una fuerte resistencia de centros de jubilados y autoconvocados, que lograron revertir lo resuelto y recuperar la atención médica.
Desde entonces, el Sanatorio Firmat no sólo retomó las prestaciones sino que mantuvo la calidad de los servicios gracias a inversiones en materia de equipamiento e infraestructura que encaró para satisfacer la demanda.
“No se trata de un corte de servicio sino de una suspensión, por lo que estamos abiertos a tener una conversación con Pami para intentar arribar a un acuerdo”, aclaró ayer Torres en una nota publicada en Redacción Firmat.
El director del nosocomio sostuvo que lo reclamado “representa una cifra que es la diferencia entre ser viable o inviable como institución sanitaria”. Y en ese contexto indicó que pese a la insistencia “no tuvimos respuestas para cobrar esta deuda acumulada (viene de la anterior gestión de gobierno) y que ya fue puesta en prestaciones a afiliados con la promesa de que sería regularizada y no sucedió”.
Asimismo recalcó: “Fuimos prudentes al darles tiempo a las nuevas autoridades, pero ya pasaron varios meses y, aunque duele, llegó el momento de tomar esta decisión porque así no se puede seguir”.
No obstante, Torres se mostró confiado en restablecer un canal de diálogo en busca de soluciones en el marco del contrato prestacional que mantiene con Pami y vence en octubre de este año.
“Esperamos que prime la cordura, más en la situación que está sanitariamente el país, para encontrar caminos hacia una solución porque somos los primeros interesados en brindar prestaciones”.
En tanto, el intendente Leonel Maximino calificó como “legítima” la demanda del Sanatorio Firmat y apeló “a la buena voluntad y sentido común” para encontrar una salida. “Estamos trabajando para ayudar a solucionar el problema”, dijo para enseguida aclarar que “si se cortan los servicios en el sanatorio se verá afectado el hospital”.