Con un ritmo vertiginoso, que sólo menguó durante las horas de festejo por Noche Buena y Navidad, los más de 100 hombres de distintas fuerzas que colaboran con la Justicia para tratar de dar con el paradero del médico Daniel Casermeiro (61), de la localidad cordobesa de San Francisco, volvieron a evaluar el abanico de indicios con que cuentan para reordenar la búsqueda.
Así estiman completar el esquema que les encomendó el fiscal de delitos complejos, Bernardo Alberione, quien, a pesar de lo intrincado del caso, espera ordenar las primeras detenciones en las próximas horas. Casermeiro es buscado intensamente, tras su desaparición el pasado jueves sin que existieran rastros de su paradero, en un caso lleno de misterio y pistas confusas.
Una de las versiones más fuertes surgida ayer del entorno del fiscal Alberione, indicaba una suma de dinero mucho mayor a la anunciada en el momento de encontrar el vehículo del médico. Se dijo que hallaron en el interior del baúl del BMW 220i blanco, lingotes de oro, joyas de alto valor y una suma de dinero superior a los ocho millones de pesos, compuesta por billetes argentinos, dólares y euros.
"Es tanta que no podemos contarla, la vamos a pesar", aseguró el diario local, La Voz de San Justo, y le atribuyó el comentario a una fuente cercana a la causa el día del hallazgo. En el auto no había rastros de sangre y los investigadores creen que fue "plantado", que no fue el médico quien lo abandonó.
Casermeiro desapareció el jueves pasado entre las 10 y las 15. A media mañana, se retiró de su consultorio en el Sanatorio Argentino de la ciudad del este cordobés, dejando pacientes en espera y se dirigió a un banco de la zona para realizar un trámite. "Su día largó normal, pero en un momento se retiró del sanatorio con el guardapolvo puesto y fue a la zona bancaria. Luego llamó y pidió que los turnos que tenía para esa tarde, se reprogramen para el día siguiente", dijo Diego Casermeiro, hijo del profesional.
En un hecho que le agregó más misterio al caso, el auto del médico fue encontrado en la mañana del domingo en un maizal ubicado en el norte de San Francisco: el coche tenía las puertas cerradas con llave, el tanque de nafta lleno y el baúl y el habitáculo repleto de dinero. Según las cámaras de seguridad de Luxardo —15 kilómetros al norte de San Francisco— que analizó la policía, a las 14.30 el médico pasó por un comercio, paró su BMW en la puerta, descendió y compró tres bebidas.
La última conexión por WhatsApp registrada en el teléfono del ginecólogo está fijada a las 16 de ese mismo día y desde entonces, nadie de su entorno cercano tuvo novedades de su paradero. Las fuerzas de seguridad provinciales realizaron un despliegue sin precedentes. Es buscado con drones, helicóptero, perros y más de 100 agentes especializados, además de los policías y bomberos de los pueblos aledaños.
El fiscal Alberione, sigue la pista financiera para intentar determinar qué tipo de operaciones hizo el médico antes de desaparecer y si realizó transferencias a alguien que se pueda identificar. Como el vehículo importado tiene un sistema de navegador GPS incorporado, computarizado, los peritos están estudiando por dónde circuló el vehículo. La Policía allanó una en San Francisco donde reside la última persona con la que Casermeiro tuvo contacto telefónico antes de desaparecer.
Recompensa
El lunes el círculo íntimo de Casermeiro emitió un comunicado en las redes sociales ofreciendo una recompensa de 100 mil pesos para quien pueda aportar información certera sobre el paradero del hombre. Al día siguiente, esa cifra se elevó a un millón de pesos. "Por datos certeros comunicarse únicamente al 3564668193", expresó la nuera del médico desaparecido en una historia de Instagram. Desde la fiscalía no avalaron la decisión de los familiares de ofrecer una recompensa.