La comuna de Chovet puso en marcha un plan de tratamiento y separación de residuos, apuntado a plásticos y vidrios. Se busca afianzar un área de trabajo destinada al medioambiente que décadas atrás había impulsado el ex presidente comunal peronista Alfredo Calatraba con la separación de los residuos domiciliarios y que ahora pretende revitalizar y ampliar el actual mandatario, el radical Sergio Busquet. Alrededor de tres mil kilos por mes de plástico se podrían reciclar.
Hasta el momento se están obteniendo entre uno y dos fardos de PET (tereftalato de polietileno, más conocido como PET en inglés) prensados de 45 kilogramos cada uno, provenientes de la recolección selectiva en las estaciones de reciclaje voluntario distribuidas en el pueblo. En el mes, representan entre 2.000 y 2.300 kilos de plástico "fuera" del pueblo, que ni bien la planta esté totalmente operativa, se puede llegar a los tres mil kilos.
Por otra parte, se instaló un container para acopiar botellas de vidrio, con capacidad para 25 toneladas. Una vez completado, va a ser retirado y llevado a otra provincia, donde va a ser procesado y reutilizado, para cubrir las necesidades del mercado local e internacional.
El proyecto, se completa con la incorporación de nuevos tachos en diferentes puntos de Chovet, claramente identificados ya sea para plásticos o vidrios: "Es un proceso que comienza a tener éxito cuando el vecino incorpora conductas en relación a la actividad primaria para esta tarea, que es la separación de residuos. Y todo empieza por casa. Si los chovetenses podemos sumar ese granito de voluntad, de a poco vamos a ir teniendo un pueblo limpio y ordenado", aseguró Busquet.
Reciclaje
El tereftalato de polietileno, es un tipo de plástico utilizado comúnmente en envases de gaseosas, agua, aceite, entre otros. Es 100 por ciento reciclable y puede ser utilizado para fabricar productos nuevos, como otros envases, ropa, fibras de alfombra, entre otras cosas. Es completamente reciclable y permanece intacto durante 10 años.
La larga vida útil del PET lo convierte en un material de calidad que puede reutilizarse fácilmente a través de un proceso de reciclaje: es liviano, lo que permite un transporte de productos más sustentable y eficaz; es sólido; se trata de un material de primera para conservar la calidad y garantizar la seguridad de productos; es claro y transparente; (buena visibilidad del producto, algo que lo consumidores evalúan positivamente), y puede adaptarse a todas las formas y tamaños.
El vidrio, por su parte, es también algo cotidiano en nuestra rutina. Botellas, envases, frascos, vasos o perfumes: todos elementos que dejamos de usar en cuanto se termina el contenido, o cuando la torpeza los hace estallar contra el piso. Hoy en día, el vidrio tiene mucha más vida después y puede ser reciclado una y otra vez, sin perder su calidad (como sí pasa con el plástico).
Es decir, el vidrio es un material reciclable al 100 por ciento, permitiéndonos fabricar un segundo producto exactamente igual al primero. Se destacan tres grandes beneficios de reciclar vidrio: ahorrar, economizar y preservar.