Un incendio aparentemente intencional devoró diez toneladas de fardos de plásticos y metales ya preparados para la venta en una planta de reciclado que la empresa Servicios Casildenses Sapem tiene establecida a la vera de la ruta provincial Nº 92 a unos pocos kilómetros del casco urbano.
El episodio se registró este lunes poco después de la 20 por causas aún no establecidas aunque se sospecha que fue provocado, algo que deberá esclarecer la justicia.
El foco ígneo se originó afuera del establecimiento donde se encontraba el material compactado que se perdió. Y no llegó a propagarse hacia el interior gracias a la rápida intervención de los bomberos voluntarios de Casilda que acudieron al lugar para sofocar las llamas.
Así lo indico a La Capital la directora de Desarrollo Territorial del municipio casildense, Laura Gallo, quien no ocultó su tristeza por el lamentable suceso que terminó destruyendo el producido de meses de trabajo llevado adelante por un grupo de mujeres que se encargan de seleccionar los residuos que luego son comercializados para su reutilización.
El incendio consumió entre 70 y 80 fardos de plásticos y metales que estaban listos para ser transportados la semana que viene y cuyo valor total ronda los 120 mil pesos, según indicaron a este diario desde Servicios Casildenses Sapem, que presta en Casilda los servicios de gas natural y de recolección de residuos urbanos.
La firma, cuyo paquete accionario mayoritario está en manos del municipio, se ocupa de la logística del Programa Casilda Recicla, que fue impulsa por el Consejo Local de Medio Ambiente (Coloma) e instrumentado por el gobierno local con la vista puesta en el cuidado de la salud pública.
La iniciativa, que involucra varias patas, busca bajar los volúmenes de basura apuntando a la separación en origen de residuos como papeles, cartón, vidrios, plásticos y metales que los vecinos depositan en contenedores color naranja ubicados estratégicamente para luego ser trasladados a la planta de reciclado.
Allí son clasificados y enfardados por tres trabajadoras que reciben una remuneración mensual además de percibir un porcentaje de la venta que, en esta oportunidad, quedará trunca por lo ocurrido.
“Realizaremos la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público de la Acusación para determinar si el incendio fue efectivamente intencional (como se sospecha) y eventualmente encontrar a los responsables”, indicó a este medio el intendente casildense, Andrés Golosetti. No obstante, la justicia ya intervino de oficio y dispuso que bomberos zapadores de Rosario efectúe las pericias para establecer las causas del hecho investigado.
“Los fardos que se quemaron estaban listos para ser trasladados y vendidos y aunque no tenemos certezas, todo indica, que se trató de un incendio intencional y estamos muy triste”, dijo Gallo. “Si no fuera _añadió_ por el buen accionar de los bomberos que logró rápidamente sofocar el fuego se hubiese propagado hacia el interior del depósito y quemado todo”.
La funcionaria consideró que “lo sucedido genera angustia porque en pocos minutos quedo esfumado el esfuerzo de meses realizado por las personas que van a trabajar tres o cuatros veces a la semana para enfardar los residuos”.