Por Marcelo Castaños
Los habitantes de Carcarañá y Correa no exageraban. El tramo de nueve kilómetros de la ruta nacional Nº 9 que une ambas localidades es un muestrario de pozos, baches y grietas. Y los arreglos son parques que parece puestos a los apurones. Esto quedó visibilizado ayer en la manifestación que protagonizaron los vecinos autoconvocados de los dos pueblos, que marcharon desde cada localidad para confluir en un punto y realizar un acto donde reclamaron la urgente repavimentación de la carretera.
La comenzó ayer por la mañana, cuando la gente comenzó a marchar desde cada pueblo para llegar a la vieja estación de peaje, cuyo techo le hizo de caja de resonancia al ritmo de los bombos, redoblantes y a las trompetas. Fueron unos 300 vecinos. Pudieron haber sido más, pero a esa misma hora la Selección argentina disputaba la final del Mundial de Básquet contra España, en China. Algunos se habrán quedado prendidos al televisor, pero muchos no se amilanaron y emprendieron la marcha, con sendos carteles en las cabeceras que llamaban al "abrazo solidario", por la ruta.
Identificados
A lo largo del trayecto, los manifestantes iban marcando con cal los pozos, lo cual los hizo todavía más visibles, evidentes e inentificables. Y podía verse en toda su dimensión la cantidad de baches, grietas en desniveles que presenta la cinta asfáltica. En el camino podían verse carteles al costado de la ruta como el que decía "Vialidad, arreglá", previamente colgados.
Los manifestantes marcharon caminando y en bicicleta, mientras que sendas hileras de autos los iban siguiendo a paso de hombre. Ahí había, además de automóviles privados, móviles del municipio de Carcarañá, de la comuna de Correa y de los bomberos voluntarios, cuyo altavoz sirvió para amplificar los discursos.
Hacia las 11.30 las dos columnas confluyeron. Desde Correa, dos "cabezudos" llevaban carteles que decían "no queremos más parches" y "pavimentación urgente".
De los autoconvocados
Allí, en la vieja estación de peaje, hablaron en representación de los autoconvocados dos vecinas, docentes ambas, a quienes identificaron por sus nombres de pila: Viviana y Marcela. Ambas agradecieron la presencia "pese al domingo, que es un día de descanso", y al Mundial. "Están acá sin ninguna otra aspiración que el respeto a la vida y al derecho como ciudadanos a transitar la ruta", dijo Marcela. Y abundó: "Venimos a apoyar las gestiones de los municipios, pero como ciudadanos también podemos manifestarnos y hacer escuchar nuestras voces".
A su lado, Viviana recalcó la "importancia de estar acá por una causa que es justa, como es la defensa del derecho a la vida. Esta ruta tiene que ser reparada a cero, como corresponde, y no con partes puestos por una cautelar".
Tres mil kilómetros
También estaba en el lugar el titular de Vialidad provincial, Pablo Seghezo, quien manifestó su alegría por la gente movilizada "pero tristeza por la gente que ya no está. Este año los productores le dieron a la Nación por exportaciones el equivalente a 3 mil kilómetros de rutas nuevas. No pavimentadas ni emparchadas. Nuevas", sintetizó el funcionario.
A su turno, la intendenta de Carcarañá, Verónica Schuager, rememoró "la lucha que venimos librando con el presidente comunal de Correa. Hemos tenido discusiones y peleas desde hace rato, y nos venimos sintiendo llenos de impotencia y de hartazgo frente a lo que ustedes vienen viendo y viviendo. La gente que quiere movilizarse necesita el espacio para poder hacerlo. Las autoridades pasamos, pero la gente sigue", afirmó.
En términos similares se expresó el jefe comunal de Correa, Fabián Cejas, quien valoró "la decisión valiente, de coraje, de enfrentar la inacción de las autoridades nacionales", coreje sin el cual "esto no hubiese sido posible", por la movilización y el accionar colectivo. Y subrayó: "Lo central de esta convocatoria son ustedes, nosotros sólo acompañamos".
En el lugar estaba la gente de la Campaña Nacional de Concientización Vial Estrellas Amarillas, bien identificadas con sus remeras negras y amarillas, que finalmente, cuando terminaba la jornada, se sentaron en el asfalto como una forma identitaria de protesta.