Efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) de Santa Fe y de la Unidad Regional XVIII allanaron durante la mañana de ayer la Comuna de Los Cardos y el domicilio del presidente comunal, Carlos Alberto Coppari, en búsqueda de elementos para sustentar una causa que la Justicia inició de oficio en la que se investigan posibles delitos que habría cometido el mandatario contra la administración pública.
Los operativos, considerados positivos por los agentes judiciales, derivaron en la detención del jefe comunal de 57 años y de su hijo Carlos Federico, de 31, quienes intentaron entorpecer el accionar de los policías cuando incautaban pertenencias que podrían ser probatorias de los delitos que se le inculpan. Tanto de la sede comunal como de la vivienda de Coppari se llevaron documentación, la totalidad de las computadoras y un automóvil.
El procedimiento se ordenó a raíz de una causa derivada de otra investigación que se había originado por un conflicto entre el presidente comunal con una empleada, Tamara Fenoglio. De acuerdo a lo que cuentan los actores, con diferencias según el caso, el comportamiento o las discrepancias políticas de Coppari con la trabajadora originaron un sumario administrativo que luego derivó en una acusación penal contra la empleada por haber utilizado una computadora que le habría facilitado el acceso a información confidencial del manejo comunal.
Según la acusación de Coppari, Fenoglio había ingresado al sistema informático de la Comuna hackeando el ingreso desde una computadora desde su casa. Esta causa es investigada por el fiscal de San Jorge, Carlos Zoppegni, quien durante el proceso habría sido amenazado por Coppari, lo que generó otra causa contra el presidente comunal. Por ese entredicho, el fiscal sanjorgense fue excluido del procedimiento realizado ayer.
Los datos que surgieron de esa investigación originaron una causa conexa que es impulsada ahora por la fiscal de Santa Fe María Laura Martí. De la pesquisa y expresiones volcadas en las redes sociales, se desprende la posibilidad de la comisión de delitos relacionadas con el uso de bienes públicos utilizados en favor de la familia Coppari y administración fraudulenta. Eso originó, entre otras medidas, los allanamientos que fueron supervisados por la fiscal.
Martí también precisó que se secuestró documental relevante para la investigación, un arma de fuego sin la debida autorización, elementos de electrónica y un automóvil que pertenece a la Comuna.
Durante el allanamiento al domicilio de Coppari, éste y su hijo se resistieron a que los investigadores ingresen a una de las dependencias. Según contó Coppari, no quería desprenderse de una antigua escopeta que le dejó su padre y la carga emotiva que esa posibilidad le generó lo llevó a proceder de esa forma.
En un comunicado del Ministerio Público de la Acusación (MPA) difundido anoche, se aclara que padre e hijo serán investigados ahora por los delitos de tenencia de arma de fuego de uso civil sin autorización, resistencia a la autoridad en concurso ideal con lesiones leves dolosas. Además Coppari padre sigue vinculado al proceso por las amenazas contra el fiscal y por las sospechas sobre la administración comunal.
El descargo
Luego de unas horas de detención en la comisaría local, tanto el presidente comunal como su hijo fueron liberados. El padre se dedicó durante la tarde a atender a los medios que indagaban sobre lo sucedido mientras, acompañado por una veintena de vecinos, lamentaba la incomodidad de haber interrumpido la celebración por los festejos patronales. "Tenía que pasar la procesión y cerraron la calle con cintas. Después me encerraron y me recagaron a palos dentro de mi propia casa", dijo ofuscado en la vereda de su vivienda. "Me pegaron, me rompieron la ropa y a mi mujer le quebraron el dedo meñique", insistió.
Coppari responsabilizó al ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, a las autoridades judiciales y al Ejecutivo provincial por considerar "irregular" el operativo, y además adelantó que recurrirá a las esferas del Ministerio de Seguridad de la Nación para que se investigue su caso.
"Lo que pasó es único en la historia de la provincia de Santa Fe. La Justicia en ningún momento explicó nada, no mostraron orden de allanamiento y entraron a mi casa como patoteros", dijo, y añadió que "en todo momento puse a disposición la Comuna para que busquen lo que deseaban. Si fuera corrupto no hubiera logrado 12 reelecciones al frente de este pueblo".