Tras infructuosas reuniones con funcionarios nacionales, los dueños de los camiones se lanzaron a la ruta para protestar por la continua suba de las tarifas y los insumos, y para reclamar un aumento en los fletes que, aducen, "están congelados desde hace casi dos años".
Desde la madrugada de ayer, se instalaron piquetes en distintos puntos del cordón industrial y portuario, y comenzó la restricción de acceso a los camiones, medida que a muchos tomó por sorpresa. La medida generó dificultades en la operatoria de los puertos, a donde no pudo llegar nueva materia prima.
Los focos de protesta se puntualizaron en los cruces de la ruta 11 con la A-012, la 10 y la 91, y en los accesos se concentró la mayor cantidad de camiones que quedaron sin ingresar a las terminales.
"Los aumentos desmedidos en los insumos relacionados con el rubro nos llevan a una situación crítica en la cual se hace inviable desarrollar con normalidad nuestra actividad", advirtió el gremio en un comunicado firmado por los dirigentes Fernando Daniel Curbelo y Mario Alberto Pereyra.
Los fleteros, que prestan servicios de logística en la cadena de comercialización de granos, habían mantenido una reunión con funcionarios del Ministerio de Transporte de la Nación y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), pero sin obtener respuestas a sus reclamos, a decir de los dirigentes. La medida de fuerza iniciada ayer podría trasladarse en forma de protesta activa a la Capital Federal.
En el lugar
LaCapital recorrió el lugar. Ya la ruta 10, en el ingreso a San Lorenzo, mostraba la hilera de camiones estacionados sobre la banquina, sin entorpecer el tránsito en la calzada, que estaba liberada para los vehículos livianos y el transporte público. En la punta de la fila, casi sobre la ruta 11, cuatro camioneros hablaron de su realidad laboral.
Sorprendidos por lo intempestivo de la medida, de la que no se habían enterado, y un poco ofuscados por la espera, los choferes hicieron una fuerte defensa gremial de la actividad, y enumeraron padecimientos. "Aquí aguanta el que tiene 20 camiones, porque si se le rompe uno, le quedan 19, pero nosotros somos esclavos de la actividad", arrancó uno. "Cargás, te dan cupo recién en cinco días, y cuando entrás a puerto te tienen 30 horas. Nos usan de silo. Y hoy, si no haces cinco viajes en la semana, no llegás con los gastos, por eso estamos como estamos", disparó otro.
Los fleteros argumentan que los insumos aumentan al costo del dólar, y que los constantes incrementos en los combustibles vuelven cada vez más inaccesible el traslado del cereal. Lo viven en carne propia. Según el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, las naftas subieron en lo que va de 2018 en 14 ocasiones, alcanzando una suba superior al 70 por ciento. "Le hago 700 kilómetros al camión y no me queda un viaje de ganancia", resumió uno de los camioneros.
Más al norte, la ruta 11 dejaba ver los alcances de la medida. Pero fue en el acceso a las grandes terminales (T6), Bungle, Noble, Cargill, donde centenares de camiones se agolpaban a ambos lados de la ruta, en un trayecto ininterrumpido de casi 14 kilómetros.
Allí, Miguel Angel Chiavero, delegado del sindicato, resumió el malestar de los fleteros: "Te fundís trabajando", dijo. El dirigente recordó las reuniones en Buenos Aires con autoridades de Transporte y de Afip, a quienes "se explicó la problemática por el aumento de los insumos, del combustible y del peaje, pero no hubo respuestas. Aquí aumenta el dólar y aumenta todo, mientras el flete sigue congelado. Es la desesperación lo que nos ha llevado a esto. ¿Como sobrevivimos con un flete que se mantiene mientras todo se incrementa?", se preguntó, a modo de resumen.