Familiares, amigos y vecinos de la militante comunista y activista de género María Florencia Gómez Pouillastrou, asesinada a golpes hace un año en la ciudad de San Jorge, marcharán este martes para pedir justicia para advertir que “un femicida anda suelto” en una ciudad "en la que hay mucho miedo". Aún no hay ningún imputado por el femicidio aunque los investigadores aseguran que hay pistas firmes “y queda mucho trabajo por hacer”.
“Este martes se cumple un año de su muerte y hay un femicida suelto en San Jorge", dijo el abogado Matías Pautasso, representante de la familia de la víctima. Por su parte, uno de los fiscales que trabajan en la causa, Omar De Pedro, dijo que “se siguen produciendo testimoniales y aún hay más de diez exámenes de ADN por hacer” con posibles sospechosos y agregó que “es una causa compleja por el lugar donde sucedió el hecho”.
En tanto, Diego Urteaga, uno de los hermanos de Florencia, dijo que “es desesperante no tener un resultado concreto, pero estamos tranquilos de que se está trabajando”. Añadió que “la investigación está detrás de los pasos” del o de los posibles autores y se esperanzó en que "alguien se va a equivocar, alguien va a decir algo".
El crimen
El femicidio de Gómez fue cometido poco después del mediodía del 12 de octubre de 2020, cuando la víctima salió a caminar, como lo hacía habitualmente, por uno de los límites de la ciudad de San Jorge, ubicada en el departamento San Martín, en el centro-oeste de la provincia.
Al momento del hecho, la mujer estaba separada de su pareja, el concejal de esa ciudad por el Partido Comunista (PC), Lisandro Schiozzi, con quien tenían dos hijas. Por la tarde de ese mismo día la policía, alertada por unos adolescentes, la encontró muerta cerca de un cañaveral de un camino rural, continuidad de la avenida Nottebohm, a unos 1.200 metros al sudeste de la planta urbana.
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El fiscal De Pedro remarcó que la evidencia objetiva del caso muestra que “recibió varios golpes de puño y fue rematada por un objeto contundente”, presumiblemente una piedra que se encontró a pocos metros de su cuerpo, donde también apareció el teléfono celular de la mujer.
Gómez era una militante feminista muy conocida en San Jorge, una ciudad de poco más de 20 mil habitantes, donde residía e integraba las filas el PC. Durante la investigación se tomaron decenas de declaraciones y se produjo un hecho poco común: el fiscal obtuvo más de 30 muestras de ADN de personas vinculadas al círculo íntimo de la mujer o que habían tenido alguna relación con ella.
“Todas están fundamentadas con líneas de investigación”, dijo el fiscal y agregó que los resultados de las muestras fueron negativos, aunque no por eso se desechan las líneas de la pesquisa. Ahora ordenó nuevas declaraciones y más pruebas de ADN, aunque se excusó de brindar detalles para no entorpecer la estrategia investigativa.
“No sólo se siguen sus vinculaciones íntimas, sus relaciones personales, sino también lo que tenía que ver con lo que se estaba formando, las cuestiones de género, ella acompañaba a mujeres víctimas de violencia”, contó su hermano.
Urteaga, un veterinario radicado hace años en la capital provincial, dijo que “hay muchísimo miedo San Jorge y en la zona”, y recordó que “en Argentina cada 30 horas muere una mujer por violencia de género”.
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A principios de agosto, el gobierno provincial ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien pueda aportar datos concretos para resolver el caso. El abogado de la familia consideró positiva esta medida: "Ahora está la recompensa, estoy convencido que la persona que cometió semejante hecho lo va a hablar con alguien, y alguien pueda denunciarlo."
El fiscal, el abogado querellante y el hermano de la víctima coincidieron en que se trata "de un caso complejo" dado que en el lugar donde ocurrió el crimen no hay cámaras de videovigilancia y, hasta el momento, no aparecieron testigos del hecho.
Pautasso, explicó que si bien se trata de un camino rural, es un sitio donde los vecinos salen a caminar, es una entrada a la ciudad y en las cercanías hay una fábrica, además de personas que trabajan en el campo.
Mientras que Urteaga explicó que entiende que "es una situación bastante complicada, esto genera muchísimo miedo, porque si son capaces de hacer lo que hicieron con mi hermana, es entendible que haya temor".
Para pedir justicia en el primer aniversario se programaron diversas actividades en la ciudad de residencia de Florencia. Habrá "ruidazos", marchas y manifestaciones artísticas en diversos puntos de la ciudad y frente al edificio de Tribunales.