La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), filial San Lorenzo amenaza con paralizar las actividades en el complejo sojero de la región, a consecuencia de la pérdida de casi 1.000 puestos de empleo. También están en juego una docena de Pymes locales.
"No nos dejan otra alternativa que cortar todos los puertos", señaló el secretario general de la Uocra sanlorencina, Carlos Vergara, quien expresó que, de diciembre a la fecha "se perdieron casi mil puestos de trabajo" a raíz de la paralización de los trabajos que el consorcio a cargo de la obra en la Termoeléctrica de Timbúes —General Electric, Duro Felguera y Fainse—, debe continuar.
Desde mediados de diciembre, las tareas en la planta comenzaron a suspenderse, de acuerdo a lo que confirmaron tanto desde el gremio como de la mayoría de las empresas contratistas involucradas en el proyecto.
Sin conocerse razones oficiales, las empresas contratistas —en su mayoría Pymes radicadas en la región— dejaron de tener órdenes de trabajo y el plan de obra previsto se alteró de tal modo que, al dejar de prestar servicios, fueron suspendiendo o despidiendo personal.
Para peor, los pequeños y mediados industriales, que admiten que la demanda de servicios es mínima, señalan que el consorcio está atrasado en el pago de trabajos ya efectuados, en algunos casos por varios meses. "Hasta ahora aguantamos, pero si esto continúa, entraremos en un escenario financiero muy grave", admitió uno de los empresarios afectados, mientras que otro fue más extremo: "Tengo empeñado hasta mi patrimonio, y si para estos días no pagan, perderé hasta los bienes de mi familia".
Esta delicada situación estaría motivada en la intención de General Electric, Duro Felguera y Fainse de renegociar el contrato licitado con el gobierno nacional, al que le estarían pidiendo mil millones de pesos extra. Según trascendidos, la Nación habría cumplido con los pagos por avance de obra, pero para poder hacer frente a lo que falta, el consorcio necesita ese dinero extra.
Alerta. A todo esto, la Uocra local se declaró en estado de alerta y potencia el corte de todos los puertos agroexportadores de la región.
"De acuerdo a las previsiones del proyecto, tendría que haber no menos de 1.200 trabajadores en actividad, pero apenas si hay unos 500", reconoció Vergara, delegado normalizador de la seccional y secretario general de la Uocra Rosario.
El sindicalista entiende que la responsabilidad de esta situación se recuesta en el consorcio General Electric, Duro Felguera y Fainse, que aletarga el reinicio de las tareas a las empresas contratistas.
Paralizar la actividad en las terminales portuarias situadas en la región motivaría un tremendo impacto en el corazón neurálgico para la exportación de granos y subproductos que generan al fisco nacional la tercera parte de los ingresos aduaneros de las exportaciones totales argentinas. Además, coincidiría con el inicio la llegada de la cosecha gruesa. Y de confirmarse la medida, que incluirá piquetes y cortes de ruta, según lo que adelantó Vergara, perjudicará las actividades que despliegan aceiteros, portuarios y camioneros, por citar solo algunas.
Sobre la planta industrial, ubicada a 35 kilómetros al norte de Rosario, su inversión inicial fue de 850 millones de dólares, y una vez concluida se podrá poner a pleno las dos turbinas para generar unos 810 megavatios. Su hermana gemela, la termoeléctrica General José de San Martín, produce esa misma cantidad de energía.
El pasado 3 de diciembre, el entonces ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, encabezó en Timbúes el acto oficial de puesta en marcha las turbinas generadoras de electricidad con sus primeros 540 megavatios.