La Justicia entrerriana ordenó la vacunación obligatoria de las seis hermanas de Antonella Mirabelli, la joven de 19 años que padecía anorexia y que murió la madrugada del 15 de junio en Rosario del Tala, sin recibir atención médica, a la que se negaba por cuestiones de creencias. Así lo hizo saber Gustavo Baridón, abogado del padre de la joven y de las otras seis chicas, cuyas edades van de los siete a los 16 años.
Se trata de la primera de una serie de medidas que decidió en las últimas horas la jueza que entiende en la causa, María Elina Corral, en el marco de la investigación de un caso que conmocionó a la opinión pública. La vacunación está orientada a cumplir con las inmunizaciones obligatorias de las cuales carecen las hermanas, debido a las creencias de la familia, las mismas que hicieron que Antonella no recibiera atención médica.
De acuerdo a lo informado por el profesional, las demás disposiciones de la magistrada estipulan la "concurrencia obligatoria de la madre de la joven a dependencias del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia. Asimismo se le dio intervención a ese organismo con sede en Paraná, el cual deberá elaborar un informe dentro de cinco días".
"La jueza también ordenó la intervención de un equipo interdisciplinario, con la participación de profesionales del área de Salud Mental y del departamento médico del Superior Tribunal de Justicia", acotó Baridón al explicar el cuadro de situación.
El letrado adelantó que espera los resultados de la autopsia practicado al cuerpo de la joven, cuya "confirmación aún no se ha hecho pública".
Mientras tanto, los tíos de Antonella (hermanos del padre) también iniciaron una causa penal por abandono de persona.
María Antonella Mirabelli es la joven de 19 años que padecía una anorexia nerviosa y que falleció el 15 de junio, sin recibir asistencia médica por convicciones religiosas propias y de su familia.
Los padres de Antonella, Verónica Rodríguez Rocca y Cristián Mirabelli, están separados desde hace seis años. La madre y la abuela de la joven decidieron hace tiempo no consultar más a ningún médico. Es más, la rechazan, basándose en el precepto bíblico de que Dios cura todo mal.
A su vez, la chica y su madre se negaron al tratamiento por sus creencias religiosas y finalmente la fiscalía pidió que se respete la voluntad de Antonella debido a que era mayor de edad.
Entre los antecedentes más cercanos, se conoció que Cristian Mirabelli, había planteado en 2012 una denuncia ante la Defensoría de Pobres y Menores por la situación de su hija. Atento al peligro que corren sus otras seis hijas —todas menores de edad—, el padre quiere que se aplique la ley de Salud Mental, en la que se habla de la protección de las personas.
Informe: Diario UNO Entre Ríos