En un extraño caso policial, una joven estadounidense investigada por tráfico de drogas fue arrestada por delitos de "bestialidad" luego de que descubrieran que tenía sexo con su perro de raza pitbull.
En un extraño caso policial, una joven estadounidense investigada por tráfico de drogas fue arrestada por delitos de "bestialidad" luego de que descubrieran que tenía sexo con su perro de raza pitbull.
Driscoll era investigada por tráfico de marihuana, cuando en octubre de 2014 los detectives revisaron su celular y descubrieron los videos que la mostraban teniendo sexo con su mascota. El smartphone formó parte de las pericias, no sólo por su zoofilia, sino además por la comercialización de la droga.
En ese entonces, la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra Animales de Queensland (RSPCA, por sus siglas en inglés) había advertido: "Para actuar y rescatar al perro tenemos que probar que hubo crueldad o que fue torturado".
En cuanto su otra investigación, la Policía comprobó que la chica de 26 años de edad intentó vender 113 y 85 gramos de marihuana por mil 150 y 900 dólares, respectivamente.
Durante la recopilación de pruebas, los investigadores descubrieron los tres videos grabados por ella misma que la mostraban manteniendo relaciones sexuales con su perro.