Habían pasado las 17.30 cuando los tímidos rayos solares comenzaron a abrirse paso entre las nubes buscando despejar el cielo plomizo. Recién ahí comenzó a ceder la tensión. Ese sol desmentía los alertas meteorológicas, y parecía conjurar los anunciados riesgos de nuevas precipitaciones fuertes como la que se abatiera en las primeras horas de ayer sobre Santa Fe: con una intensidad máxima a las 5.30, la ciudad soportó, hasta las 14, un temporal de lluvia que alcanzó un registro de 185 milímetros en el pluviómetro del Hospital de Niños.
No obstante ello, esos alertas anoche habían sido renovados. Con cielo despejado y todo, la ciudad se fue a dormir con la certeza de que lo haría con sueño liviano. El temor a que con la oscuridad volvieran las nubes y con ellas el agua quedó latente.
Si los fantasmas de las inundaciones de 2003 (por el trágico ingreso del río Salado) y de 2007 (por lluvias fuertes) despertaron sobresaltados a los santafesinos cuando advirtieron la condición extraordinaria del temporal, los recientes dramas de La Plata y Buenos Aires pusieron a la capital santafesina en el centro de la atención nacional. La prueba más palmaria fue que la propia presidente Cristina Fernández levantó su teléfono para interiorizarse personalmente de la situación en sendas conversaciones que mantuvo al promediar la mañana con el gobernador Antonio Bonfatti y con el intendente José Corral.
La lluvia trajo aparejado un montón de inconvenientes. Los más graves fueron que 57 integrantes de unas 10 familias debieron ser evacuadas; en no pocas viviendas entró agua (en algunos casos hasta 50 centímetros), se cortó la energía eléctrica en algunas zonas y las calles anegadas aislaron barrios, afectaron el servicio de transporte de colectivos y la circulación normal de vehículos.
Escenario distinto. Aunque la tormenta eléctrica y la intensísima lluvia que generó constituyeron el fenómeno climático más grave que sufriera la ciudad desde la inundación de 2007, sus efectos fueron enormemente inferiores. La ciudad se recuperó de modo rápido —pese a que este dato no exime a los barrios en zonas bajas en los anoche todavía tenían calles convertidas en lodazales intransitables sino directamente cubiertas aún por agua— y con menos daños de lo esperable.
Ese resultado, considerado óptimo por las autoridades del programa de emergencia que se declaró a hora temprana, permitió que Bonfatti asegurara a la presidente que la situación estaba "controlada" alrededor de las 10 de la mañana. Para entonces la lluvia, aunque sostenida en sus persistencia, había reducido considerablemente la intensidad que tuvo entre las 5,30 y las 7,30, las escasas dos horas en la que precipitó 168 milímetros registrados ya a esa hora, conforme reveló en una conferencia de prensa el intendente Corral.
Comité de crisis. Corral, su gabinete, los concejales —de todos los partidos que sumaron se presencia y respaldo ante la emergencia en un gesto que habló de un comportamiento adecuado— y funcionarios provinciales reunieron un comité de crisis que tomó rápidamente diversas medidas. En primer lugar, dispuso la distribución de cuadrillas a las zonas más críticas de la ciudad para limpiar desagües, desobstruir escurrimientos y asistir a vecinos. Y además pidió al Ministerio de Educación provincial y las universidades la suspensión de las clases, interrumpió el servicio de transporte urbano de colectivos —que no circuló hasta el mediodía—, y recomendó a los ciudadanos que permanecieran en sus hogares atentos a las informaciones oficiales y a comunicar novedades al 0800 habilitado. Las autoridades dijeron haber recibido a ese número unos 300 llamados de vecinos, que informaron sobre anegamientos temporarios de calles y viviendas en algunos casos, y solicitaron tareas de desobstrucción de desagües y bocas de tormenta.
El intendente detalló el óptimo funcionamiento de las bombas de extracción y demás dispositivos. Contó que el gobernador puso desde primera hora a disposición toda la capacidad del gobierno provincial y reveló su conversación con la presidente: “Le agradecí el llamado y le comenté las obras que tenemos en este momento financiadas desde Nación, como el Lavaisse, y la disposición de seguir con este plan, que es muy necesario para Santa Fe. Cuando las obras se hacen bien, como los reservorios, las bombas de extracción, los canales troncales de Lavaisse, las zonas de intervención localizada como Guadalupe y diferentes puntos de la ciudad, mejoran mucho el escurrimiento y nos permiten estar preparados para un nivel de lluvias más intenso”. La primera mandataria, contó, “se mostró dispuesta a continuar con ese plan de obras”.
Mucho por hacer. Según el intendente, la ciudad está “un poco mejor, pero queda muchísimo por hacer. Hay que hacer obras y seguir preparándonos para que la respuesta a la emergencia sea la correcta y para que el retorno a la normalidad sea lo más rápido posible, sabiendo que tenemos una geografía complicada y desafíos de la naturaleza cada vez más rigurosos”.
Y agregó que “nos alienta el trabajo realizado porque da resultados. Eso se ratifica cuando un vecino nos dice que observa que el agua corre más rápido, que en 2007 tuvo dos metros y hoy nada más que unos centímetros. De todas maneras, cuando una familia tiene aunque sea un centímetro de agua adentro de su casa, tenemos que tratar que eso se resuelva lo más rápidamente posible, porque esta situación general de la ciudad no alcanza para esas familias que todavía tienen problemas”,
También Bonfatti, aunque por Twitter, hizo público el llamado presidencial. “Valoro el gesto de la presidenta, quien se comunicó conmigo hace instantes y mostró interés acerca de la situación en Santa Fe tras el temporal”, escribió el mandatario a las 10.40 de ayer. En un siguiente mensaje agregó más datos sobre la conversación con Cristina: “Le transmití a la presidenta tranquilidad y le dije que las imágenes que pusieron algunos medios son de otra época”, dijo, en relación a los videos. Además el gobernador aprovechó la red social para destacar también “el denodado trabajo del comité de crisis, y distintas reparticiones municipales y provinciales”.