En un plazo que no superó los 80 días se llevaron adelante en la provincia las primeros dos trámites de adopción realizados bajo el paraguas del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que entró en vigencia el 1º de agosto pasado. Si bien se trató de dos recién nacidos, lo que facilitó la tramitación en ambos casos; el titular de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia santafesina, Cristian Allende, y del Tribunal Colegiado de Familia Nº5, Marcelo Molina, destacaron que la nueva normativa “establece claramente y acorta los plazos del proceso” tanto a nivel administrativo como judicial. Sin embargo, aclararon que “la prioridad y el primer trabajo se da para mantener al niño en su ámbito familiar, o con su familia ampliada”.En Santa Fe hay 45 niños y adolescentes en proceso de adopción, mientras que 43 adolescentes están en el “proceso de autonomía progresiva” por falta de adoptantes.
Los dos casos que se dieron en la provincia fueron de niños recién nacidos, con la particularidad de que en ambos sus progenitoras manifestaron la voluntad de darlos en adopción en el momento del parto. En estas situaciones, la norma establece, debido al puerperio de la mujer, un plazo de 45 días para que éstas ratifiquen su decisión, que una vez planteada en sede judicial, inicia el proceso de adopción.
Así, en el primero de los nacimientos, que se produjo en agosto en el norte provincial, el bebé quedó al cuidado de una familia solidaria y a los 59 días se concretó la adopción.
Una situación similar se produjo con una niña nacida en el sur de la provincia, donde el proceso se extendió durante 78 días.
Tiempos. “El desafío del nuevo código era justamente reducir los plazos en general, porque si bien particularmente en el caso de los recién nacidos siempre fue rápida la búsqueda de familias adoptantes, no siempre lo fueron los procesos administrativos y judiciales”, explicó el subsecretario de Niñez de la provincia.
Ahora la normativa establece para los magistrados un plazo de 90 días para definir la situación de adoptabilidad de un chico, mientras que en el caso de los recién nacidos ese tiempo se acorta a 30 días. “Los plazos ahora son claros para todos los todos los organismos que intervienen en el proceso, cuando antes dependía de la celeridad que tuvieran funcionarios o jueces”, agregó.
Otro punto que destacó Allende es que “es el mismo funcionario judicial que da garantías y sigue el caso de un niño con medida de excepcionalidad, el que define su estado de adoptabilidad y lleva adelante el proceso de adopción, algo que es importante porque de ese modo el juez conoce al niño, su historia, su contexto y decide en base a eso”.
En guarda. Si bien el sistema de protección integral busca priorizar la revinculación de los niños con sus familias de origen o la llamada familia ampliada, actualmente hay 600 chicos que con medidas de excepción están bajo la guarda del Estado, es decir que fueron separados de sus familias de origen.
En unos 150 casos se está trabajando con familias alternativas con las que ya tienen vinculaciones previas, como abuelos, tíos, vecinos o referentes; un número similar está dentro del programa de familias solidarias; y son unos 300 chicos y adolescentes los que aún continúan institucionalizados.
Sin embargo, no todos están en proceso de adopción. Son 45 los niños y adolescentes que se encuentran en ese camino en la provincia, de los cuales 28 ya se están vinculando con sus familias adoptantes y 17 están próximos a tener una resolución judicial.
La mayor dificultad, según destacan los funcionarios, está en los chicos mayores de 14 años. “Se trabaja muchas veces con grupos de hermanos, donde hay niños de entre 3 y 11 años, para que permanezcan juntos; y eso a veces es difícil, pero aparecen mayores dificultades para encontrar una familia cuando los chicos tienen más de 9 años y cuánto más grandes, más difícil es”, detalló el subsecretario de Niñez, y admitió que “a partir de los 13 años son pocas las adopciones que se logran”.
Tal es así que hay 43 adolescentes de entre 14 y 18 años que se encuentran en proceso de autonomía progresiva por falta de adoptantes, y se preparan para su egreso.
