La Municipalidad de Rosario ya retiró más de dos mil carteles publicitarios que excedían la línea de fachada, en cumplimiento de una normativa local dispuesta en 2009. Desde aquel año, la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana lleva adelante complejos operativos especiales para desmontar las estructuras irregulares con el objetivo de preservar la seguridad de los ciudadanos, favorecer el campo visual y promover condiciones estéticas en la ciudad.
En lo que va de 2019, se procedió a desmontar 154 carteles publicitarios, monopostes y estructuras en desuso.
A través de la Dirección General de Industrias, Comercios y Servicios, el Estado municipal está cumpliendo la normativa vigente que ordena la remoción de cartelería que exceda la línea de fachada del inmueble, la ordenanza 8324/08, y su decreto reglamentario correspondiente 198/08.
Las intervenciones se realizan en colaboración con agentes de Defensa Civil, y además participa personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM), y de la Dirección General de Tránsito.
El secretario de Control y Convivencia, Guillermo Turrin, sostuvo que desde el municipio se decidió concluir con firmeza con el proceso de ordenamiento de la llamada zona 1, comprendida por avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río.
"Hemos diagramado y organizado un esquema de trabajo para dar efectivo cumplimiento a la norma que busca ordenar la cartelería en los espacios públicos bajo conceptos de estética urbana y seguridad para los transeúntes", señaló con énfasis el funcionario municipal.
"Se trata de soportes pesados, antiguos y muchas veces sin mantenimiento adecuado, que si bien no significan un peligro inminente, al carecer de utilidad alguna se procede a quitarlos", se encargó de puntualizar.
Por otra parte, resaltó que la norma también apunta a combatir "la contaminación visual que generan este tipo de soportes en el cielo rosarino", al tiempo que consideró que "en definitiva hablamos de respetar la fuerza de la ley y adecuarnos a la misma en pos de una mejor convivencia urbana".
"El paso del tiempo hizo su tarea, el abandono, el clima y la desaprensión de sus propietarios transformó estos gigantes que desde abajo se ven tan pequeños e inofensivos, en verdaderos atados de chatarra que en cualquier momento podían ocasionar daños irreparables. Consciente de ello, la Dirección General de Inspección de Industrias, Comercios y Servicios trasladó su inquietud a la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, que dispuso delinear la arquitectura del operativo", destacó el director del área, Eduardo Pascucci.
Carteles emblemáticos
Algunos de los carteles retirados más emblemáticos estaban ubicados en la fachada del shopping Palace Garden, en Corrientes y Córdoba, el hotel Marconi, ubicado en San Juan al 1000, el hotel Libertador de Corrientes 752, el hotel Riviera de San Lorenzo 1460, y el hotel Embajador de Santa Fe 3554.
Además, se hizo lo propio con monocolumnas de variada altura en el supermercado Dar, Pizza Puck, la panadería Distinción, en marquesinas volumétricas, aletas móviles, toldos metálicos con parantes, totems publicitarios ubicados en azoteas de locales y canteros de mampostería ubicados en ochavas de aceras.
También se reubicaron escaparates de diarios y revistas, y además se procedió al desmonte integral del ex bar del anfiteatro Humberto de Nito, entre otras intervenciones importantes.