Esta noche, cientos de rosarinos irán a comer afuera para pasar la Navidad. La modalidad fue creciendo con el paso del tiempo y hoy, en algunos casos, ya es furor. Así lo admiten en varios restaurantes que decidieron abrir sus puertas y establecer menúes especiales para adultos y menores. En esos comercios la demanda superó las expectativas y rápidamente se ocuparon las mesas de sus locales. Incluso, en un sitio con precios más accesibles, llegaron a tal punto de desorganización que, cuando los clientes fueron a reservar, se encontraron que no había más lugar a pesar de que les habían dicho lo contrario. En medio del supuesto clima de Nochebuena, la gente estalló en ira. En otros locales, en tanto, aguardaban cerrar la ocupación hoy mismo.
Carolina había llamado dos veces a un restaurante de Pellegrini al 1100 donde se ofrecía un menú para la cena navideña (de 370 pesos por adulto, pero sin incluir bebidas) sustancialmente menor al resto de las casas de comidas de ese paseo y de otros sectores de la ciudad, como la costa central. Las consultas fueron in crescendo y se aceleraron con la cercanía de la fecha. La joven hizo el primer llamado el lunes para confirmar cinco espacios. Le dijeron que podía ir personalmente y le dieron dos horarios: sobre el mediodía y la noche. No obstante, cuando concurrió el martes se encontró con una fila de al menos 10 personas a las que les informaron que "lamentablemente" debían retirarse.
Las quejas se hicieron oír. "Vengo de zona sur porque me aseguraron que me llegara hasta acá con el dinero y ahora me dan esta sorpresa", reclamó un hombre con vehemencia. La recepcionista no sabía cómo responder. El salón ya estaba lleno con anticipación a pesar de que seguían ofreciendo cubiertos.
Este año "hubo mayor movimiento de público". Al menos de este modo lo consideró Olga, desde La Estancia (Pellegrini 1510). En este caso, todo el salón quedó reservado "tres días antes de Nochebuena". Para la empleada, "hubo un fuerte crecimiento de gente" interesada en abandonar las tradicionales cenas en casa. Y habló del aumento de las "mesas chicas", que reúnen a familiares más íntimos, una modalidad que empezó hace algunos años y se fue arraigando.
Por su parte, Miguel, referente de La Huella (también sobre Pellegrini, pero a la altura de Entre Ríos), confirmó que la demanda fue mayor que el año pasado. "Tenemos un menú de 600 pesos que abarca todo e incluye bebida", dijo. Ayer en ese restaurante había un 80 por ciento de mesas inmovilizadas y se esperaba que "a último momento" llamara más gente.
Lo propio consideró Andrea (Los Potrillos, Pellegrini y Moreno), quien aguardaba que el local se colmara a partir de hoy. "Seguro va a haber gente que llame esta mañana", dijo a LaCapital y consideró que el menú cuesta 550 pesos e incluye un mini champagne por persona.
La empleada dijo que los rosarinos ya habían comenzado a reservar hace más de 25 días y que ayer el salón estaba ocupado en un 80 por ciento. Es más, suponía que se sumarían comensales alojados en distintos hoteles que no cuentan con restaurante habilitado para esta fiesta.
Ya fuera de avenida Pellegrini, clásica arteria gastronómica, Cristián (dueño de Pampa, Moreno y Mendoza) fue un poco más cauto y no esperaba llenar el local, aunque sí tenía expectativas de llegar al 85 por ciento del salón. El representante del comercio señaló que "los cambios (de conducción política) en el país" tuvieron sus efectos y el público decidió ir a comer afuera más tarde que en otras oportunidades. Además, sostuvo que el menú completo costaba 550 pesos.
Así y todo, muchas familias de la ciudad prefieren evitar el armado de la cena navideña puertas adentro.