Tras varios reclamos y luego de que LaCapital publicara en su edición de ayer la existencia de una acacia con largas espinas sobre Rioja al 1200 que tenía a maltraer a los vecinos, la Municipalidad decidió podar el árbol.
Tras varios reclamos y luego de que LaCapital publicara en su edición de ayer la existencia de una acacia con largas espinas sobre Rioja al 1200 que tenía a maltraer a los vecinos, la Municipalidad decidió podar el árbol.
"Cuidado, pincha", era la advertencia que colgaba desde hacía una semana de las ramas del árbol. Y fueron los vecinos de la cuadra quienes se encargaron de alertar a la gente, cansados de ver cómo quienes transitaban por allí quedaban en medio de la maraña de ramas y espinas que casi alcanzan la vereda.
A pesar de que el ejemplar lleva un tiempo más que considerable en ese sector del centro, desde el municipio indicaron que "los vecinos deben consultar con la Dirección de Parques y Paseos antes de plantar especies, porque después aparecen problemas".
Sobre este último punto, dijeron que esos inconvenientes "muchas veces son provocados por árboles que no son recomendados para colocar en veredas y luego tienen alto costo de mantenimiento y generan múltiples problemas".
El árbol, de un tronco voluminoso, es una rara especie para el área central, casi monopolizado por jacarandáes, fresnos o lapachos. Es una acacia, un árbol o arbusto autóctono, de ramas tupidas y espinosas que, según explicó a este diario la subsecretaria de Ambiente del municipio, Cecilia Alvarez, casi seguramente fue plantado por un vecino, pero se decidió mantener, justamente, "porque en el microcentro no hay de ese tipo de ejemplares, ni de ese importante tamaño".
Los vecinos y comerciantes que conviven en la cuadra de Rioja entre Mitre y Entre Ríos, llevaban "cerca de un año" reclamando la poda. Es más, desde marzo se tomaban el trabajo de llamar cada semana al Centro Municipal de Distrito Centro para actualizar el último de estos reclamos, que llevaba el número 188.292/2018.
Uno de los testimonios que recabó este diario ayer fue el de Magalí Gaitán, quien hace tres años abrió un comercio de repostería que se encuentra casi frente a la acacia. "Por entonces, mi vecina de al lado ya había pedido que la poden porque veíamos que las ramas se estaban viniendo para abajo", contó la joven.
"Todo el tiempo la gente se encuentra con el pelo enredado o la ropa o los anteojos", describió Gaitán y contó que "el colmo" de la situación fue la semana pasada, cuando tuvieron que asistir a una chica ciega que terminó lastimada. "Más de una clienta alguna vez entró con los ojos colorados o con un arañazo en la cara", agregó.
Actualmente, en la ciudad hay unos 500 mil árboles: más de 209 mil plantados en las veredas y casi 300 mil en parques y plazas.