El agua segura, el acceso a la luz, la pavimentación de calles y la erradicación de la basura son reclamos que los vecinos de Villa Banana sostienen desde hace tiempo y sobre los que ayer insistieron en la esquina de Valparaíso y Ocampo. Se trata de mejoras para el barrio y la calidad de vida de sus más de 15 mil vecinos, que además dan a diario una batalla contra las amenazas de las bandas que buscan instalarse en la zona y que incluso a principios de este mes se visibilizaron con el ataque que sufrió el militante del centro comunitario Comunidad Rebelde.
“El problema es que no existimos. El Estado no invierte lo necesario para mejorar la infraestructura y además deja a los vecinos librados a la suerte de los grupos de delincuentes que se disputan el territorio”, planteó Facundo Peralta, integrante de la agrupación Causa y Efecto y también miembro, con los vecinos y otras organizaciones del barrio, de la Asamblea Popular de Villa Banana.
La pavimentación de Valparaíso, desde Rueda hasta Presidente Perón, y las dos cuadras de Ocampo que van desde Río de Janeiro hasta Lima son un viejo reclamo, al punto de que eso se plasmó en un proyecto que aprobó el Presupuesto Participativo y que no se concretó, afirman los vecinos. Además, suman el acceso a la luz y al agua.
Si bien la situación de la luz mejoró a partir de que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) “tiró un cable preensamblado al que cada casa se engancha, acá la gente quiere que haya un tendido eléctrico y quiere pagar la luz”, explicó Peralta, y aclaró que mucho más delicada es la forma en que se accede al agua.
Si bien el servicio de llega al barrio, lo hace a través de un sólo caño y a partir de ahí se ramifica en pequeños tendidos que llegan hasta las viviendas. El problema es que esa precaria red de agua va por las zanjas, es decir donde también llegan los desechos. “El tema es que por las uniones y las fisuras el agua se contamina y eso ya lo mostró la Facultad de Bioquímica de la UNR (Universidad Nacional de Rosario) que hizo un estudio sobre la calidad del agua”, detalló.
Basural. La convocatoria de ayer no eligió casualmente la esquina de Ocampo y Valparaíso. Allí, autopartes, trozos de maderas y hasta medicamentos vencidos son parte de un basural que acumula residuos y anida ratas, y que no logran erradicar. A la hora de apuntar responsabilidades, aseguran que “hay gente de afuera, incluso camiones, que traen los desechos hasta acá”.
Si bien el año pasado, lograron que se hiciera una limpieza y mantuvieron el espacio limpio por un tiempo, el basural se rearmó. “Hasta cortábamos el pasto para evitar la presencia de ratas, pero el problema es que vienen de otras zonas de la ciudad y hasta encontramos medicamentos vencidos, lo que representa un peligro terrible para los chicos”, planteó el militante con una década de trabajo con chicos y adultos del barrio.
Acompañados por un centenar de firmas de vecinos, los reclamos fueron presentados el 13 de marzo pasado en el Centro de Distrito Oeste (Perón y Felipe Moré), a sólo metros del barrio. “No pueden decir que no nos ven, porque estamos enfrente del distrito”, ironizó Peralta, y agregó: “Pese a eso, no tenemos respuestas y por eso la gente volvió a exigir una solución a estos problemas”.