El humo generado por los incendios intencionales declarados en las islas volvió
a cubrir anoche a Rosario por la rotación del viento, acción que también provocó el corte de la
ruta 12 (en Entre Ríos), una nueva amenaza de cierre del puente a Victoria y reavivó las molestias
del sábado pasado, cuando el olor a quemado impregnó la ciudad.
Si bien el humo no afectaba la visibilidad, voceros de
Puentes del Litoral SA reconocieron que la niebla podría agravar la situación, haciendo inevitable
la clausura de la conexión física con Victoria. Como ya había ocurrido entre la 1 y las 6 de
ayer.
Las subsecretarías de Seguridad Vial y Protección Civil
santafesinas, en alerta amarilla desde el sábado, reactivaron el operativo destinado a actuar con
rapidez e impedir cualquier tipo de accidente en calles rosarinas y rutas de la provincia.
Previamente había comenzado a operar el avión hidrante, que
hizo base en el Aeródromo Alvear, junto a un segundo helicóptero destinado a alivianar la compleja
tarea de extinción de los focos y facilitar el traslado de los brigadistas a lugares de difícil
acceso.
Pero la lluvia es la única esperanza que abrigan los 70
hombres que, en turnos rotativos y coordinados por el Plan Nacional de Manejo del Fuego, tratan de
sofocar la quema de pastizales.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) renovó el alerta
por la presencia de humo en el sur de Entre Ríos, el río de la Plata y delta del Paraná, el norte,
centro y oeste de Buenos Aires y la Capital Federal. Y hasta el jueves próximo, inclusive,
prevalecerán los vientos del sector noroeste.
La crisis, que lleva dos semanas, también siguió caliente a
la hora de las palabras. "Por suerte el incendio llegó a la Capital Federal, porque este problema
lo vivíamos todos los años. Si ahora se preocupan, en buena hora", afirmó el gobernador Hermes
Binner, mientras que el intendente Miguel Lifschitz responsabilizó a la Casa Rosada y a la
administración entrerriana.
Antonio Moyano, jefe de la zona sur de la Dirección de
Protección Civil, argumentó a La Capital que "la situación había mejorado en el lado norte de la
ruta 174 (Rosario-Victoria), pero al sur estaba complicada". Y remató: "Faltan, por lo menos, 48
horas de arduo trabajo".
El funcionario especuló con una veintena de focos aún
activos, cuya intensidad varía a lo largo de la jornada (el pico máximo de combustión se da al
mediodía). Desde Defensa Civil de Victoria, Fabián Daydé reconoció que apagar el fuego es "un
trabajo lento y de difícil desarrollo en un escenario muy particular". l
La circulación de vehículos en el puente y en las autopistas a Buenos Aires
y a Santa Fe, al cierre de esta edición, se realizaba sin inconvenientes, aunque con
precaución.
Al tiempo que la Nación volvió a tomar distancia de la no
contención del fuego, la causa que investiga los incendios en territorio bonaerense sumó un
procesado con prisión preventiva, mientras que tres personas permanecen prófugas (ver página
7).
Otro escenario. Pese a que los rosarinos habían amanecido más aliviados tras las
molestias sufridas el sábado y parte del domingo, anoche las gargantas volvieron a secarse y los
ojos enrojecidos fueron moneda corriente.
Antes de que empeorara la situación en Victoria, el
gobierno de Entre Ríos había anunciado que "el 80 por ciento" de los focos estaba controlado,
mientras evaluaba posibles denuncias penales contra los propietarios de los campos. Desde Buenos
Aires aludieron a una mejora de "más del 60%" de los incendios en esa provincia.
Finalmente, la ruta 12 volvió a ser cortada entre las
ciudades bonaerense de Zárate y entrerriana de Ceibas por la escasa visibilidad.
Las restantes trazas permanecían habilitadas.